Los Guías de los Graduados se ocupan de pilotear a los peregrinos del tiempo a través de los siete circuitos de los mundos de Havona. El guía que te recibe a tu llegada en el mundo de recepción del circuito exterior de Havona, permanecerá contigo a lo largo de tu entera carrera en los circuitos celestiales. Aunque te asociarás con incontables otras personalidades durante tu estadía en los mil millones de mundos, tu Guía de los Graduados te seguirá hasta el fin de tu progresión en Havona y presenciará tu ingreso en el sueño terminal del tiempo, el sueño del tránsito eterno al objetivo del Paraíso, donde, cuando te despiertes, serás recibido por el Compañero Paradisiaco asignado para darte la bienvenida y tal vez para permanecer contigo hasta que seas aceptado como miembro del Cuerpo de los Mortales de la Finalidad.
El número de Guías de los Graduados está más allá del poder de comprensión de la mente humana, y siguen apareciendo. Su origen es en cierto modo un misterio. No han existido desde la eternidad; aparecen misteriosamente a medida que se los necesita. No hay registro de Guías de los Graduados en ninguno de los reinos del universo central hasta aquel día distante cuando el primer peregrino mortal del tiempo se abrió camino hasta el cinturón exterior de la creación central. En el instante en que llegó al mundo piloto del circuito exterior, fue recibido con saludos amistosos por Malvorian, el primero de los Guías de los Graduados y actualmente jefe de su concilio supremo y director de su vasta organización educativa.
En los registros paradisiacos de Havona, en la sección denominada “Guías de los Graduados” aparece este asiento inicial:
“Y Malvorian, el primero de esta orden, recibió e instruyó al peregrino descubridor de Havona y le condujo desde los circuitos exteriores de experiencia inicial, paso a paso y circuito a circuito, hasta que se encontró en la presencia misma de la Fuente y Destino de toda personalidad, cruzando posteriormente el umbral de la eternidad al Paraíso”.
En ese momento vastamente distante yo estaba asignado a los servicios de los Ancianos de los Días en Uversa, y todos nos regocijamos en la seguridad de que, finalmente, los peregrinos de nuestro superuniverso llegarían a Havona. Durante muchas edades se nos había enseñado que las criaturas evolucionarias del espacio lograrían el Paraíso, y la emoción de todos los tiempos avasalló las cortes celestiales cuando el primer peregrino efectivamente llegó.
El nombre de este peregrino descubridor de Havona es Grandfanda, y provino del planeta 341 del sistema 84 en la constelación 62 del universo local 1,131 ubicado en el superuniverso número uno. Su llegada fue la señal para el establecimiento del servicio de transmisión del universo de los universos. Hasta ese momento sólo habían estado en operación las transmisiones de los superuniversos y los universos locales, pero el anuncio de la llegada de Grandfanda a las compuertas de Havona señaló la inauguración de los “informes espaciales de gloria”, así llamados porque la transmisión universal inicial informó la llegada a Havona del primero de los seres evolucionarios que había logrado el ingreso al objetivo de la existencia ascendente.
Los Guías de los Graduados no abandonan jamás los mundos de Havona; están dedicados al servicio de los peregrinos graduados del tiempo y del espacio. Alguna vez conocerás a estos nobles seres cara a cara, si no rechazas el plan certero y completamente perfeccionado diseñado para efectuar tu sobrevivencia y ascensión.
Fuente:
Fundación Urantia, “El libro de Urantia”, p. 296 – 297.
Comentarios
Publicar un comentario
Si deseas comentar dentro de la línea del respeto, eres bienvenido para expresarte