En los EE.UU, un escándalo que generó mucho interés y seguidores de culto fue el protagonizado por Ted Bundy, claro ejemplo del joven atractivo, culto, preparado y viril, que aprovecha estas cualidades para atraer a sus víctimas. Una de sus más empleadas artimañas era usar una férula y muletas, dejar caer unas llaves y pedir ayuda a alguna joven elegida previamente (casi siempre de cabello largo castaño y tez clara, que le recordaban a la primera chica que lo había rechazado). Aprovechando un descuido, Bundy golpeaba a sus víctimas hasta dejarlas inconscientes, para luego abusar sexualmente de ellas y acabar con sus vidas.
Revista Algarabía No.88, ‘Asesinos Seriales, Ed. Otras Inquisiciones, p. 78.
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