En esta zona quedan comprendidas porciones importantes de los estados de Tlaxcala, Jalisco, Michoacán, México, Guerrero, Puebla, Oaxaca y todo el estado de Morelos. La precipitación es baja y se debe principalmente a fenómenos de convección; oscila entre 500 y 1,000 mm al año, y su valor promedio es de 650 mm anuales. La temperatura, en cambio, es elevada como consecuencia de la falta de influencia marítima. El clima es tropical tipo sabana con invierno seco; en el occidente hay un pequeña área de clima seco que presenta lluvias en verano.
Su población recibió la fuerte influencia de los nahuas que, además de los mixtecas, los popocas de Puebla y los tarascos, poblaban la parte central. Debido a la escasa población que tuvo en tiempos precolombinos y a la considerable penetración europea, los habitantes actuales de esta región son mestizos.
El norte de la depresión del Balsas está comunicado con el centro del país por dos ferrocarriles que van del río Balsas a México; el occidente, por el ferrocarril de Apatzingán a Morelia y de Zamora a Yurécuaro. La antigua carretera México – Acapulco la corta transversalmente en su parte central; además, la carretera Panamericana en su tramo México – Oaxaca, la atraviesa en el lado oriente.
Los recursos minerales fueron el interés original de los colonizadores. Además, se ha desarrollado el cultivo de frutas tropicales que tienen buen mercado en la ciudad de México. La caña de azúcar se cultivó por primera vez en la América continental dentro de esta región. Además, se cultivan arroz, jitomate, cacahuate y ajonjolí. Es una región rica en recursos agrícolas, minerales e hidroeléctricos. En la parte final del río Balsas se construyeron la presa del Infiernillo y la planta hidroeléctrica del mismo nombre. Cerca de su desembocadura se construyó la presa La Villita, para fines de riego agrícola y para la producción de energía eléctrica.
Fuente:
Reader’s Digest – Diccionario ilustrado de nuestro mundo, Ed. Reader’s Digest, p. 80.
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