Álamos ha sido principalmente un pueblo minero. En 1683 se descubrió una veta denominada ‘La Europea’; después, atrajo a más colonizadores el descubrimiento de las minas de plata Promontorios y La Aduana. En los año 1700 era la ciudad más rica del noroeste de México, pero en el siglo XIX empezó su decadencia. A pesar de esto, fue declarada ciudad en 1827 y, de 1864 a 1896, albergó una casa de moneda que acuñaba monedas de oro, plata y cobre. Con su decadencia se fue arruinando su bella arquitectura, pero en nuestros días se consideran monumentos históricos y se ha desarrollado como un importante centro turístico debido, en parte, a la presencia de jubilados estadounidenses que tienen aquí su residencia y han remozado las viejas casonas conservando su fachada original. Además de sus casas, arquitectónicamente son importantes: la Parroquia de Nuestra Señora de la Concepción, cuya construcción se inició en 1763 y se terminó a principios del siglo XIX: la capilla dedicada a Nuestra Señora de Zapopan, bello edificio de la primera mitad del siglo XVIII; la antigua Casa de Moneda; el Palacio Municipal, construido en 1899, con ladrillos rojos en la fachada y dos cuerpos que rematan en una torre; el quiosco de la Plaza de Armas, labrado en encajería de hierro, detalle que abunda en las construcciones de la población de Álamos.
Las artesanías que producen los habitantes de la región son muy variadas: bordados, cantera labrada, tapetes de lana, muebles de guásima (árbol de la región), etc.
Reader’s Digest – Diccionario ilustrado de nuestro mundo, Ed. Reader’s Digest, p. 20
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