De conformidad con la NIF A-5, y atendiendo a su naturaleza, los activos de una entidad pueden ser de diferentes tipos:
a) Efectivo y equivalentes de efectivo: Brindan un servicio a la empresa debido a su disponibilidad sobre otros recursos. Dentro de esta clasificación se encuentran el dinero en efectivo en caja, fondos de caja, bancos, instrumentos financieros, así como los equivalentes de efectivo, los cuales comprenden valores a corto plazo, de alto grado de liquidez, que son fácilmente convertibles en efectivo y que no están sujetos a un riesgo significativo de cambios en su monto.
b) Derechos a recibir efectivo o equivalentes
de efectivo o derechos a recibir bienes o servicios: Partidas que representan
un derecho específico a recibir beneficios económicos futuros o servicios
potenciales y que se espera que generen flujos de efectivo; debe existir la posibilidad
de ejercer una reclamación legal de los derechos o servicios. Los recursos,
bienes o servicios cuyos derechos o servicios han expirado no deben ser
incorporados como activo, ya que ha desaparecido su potencial generador de recursos
o beneficios económicos futuros. Estos bienes tienen que representar un derecho
positivo. En consecuencia, los bienes con potenciales nulos o negativos no son
activos.
c) Bienes disponibles para la venta o para su transformación y posterior venta: Dentro de éstos están el inventario o almacén de las empresas comerciales, mercancías en tránsito, anticipos a proveedores o, en el caso de las empresas industriales, almacén de materia prima, producción en proceso, productos terminados, artículos de empaque y envase, refacciones para mantenimiento. El beneficio futuro fundadamente esperado de estos activos es fundamental, ya que por su venta la empresa genera u obtiene los ingresos y las utilidades que corresponden al objetivo, giro o actividad principal de estas entidades.
d) Bienes destinados al uso o para su construcción y posterior uso: Como el propio concepto señala, el beneficio futuro fundadamente esperado que estos activos brindan a la entidad estriba en su uso, contribuyendo así a la generación de ingresos o utilidades por su participación en la producción, prestando servicios a los clientes, o a la propia empresa; su recuperación es a través de la depreciación.
e) Bienes que representan una participación en el capital contable o patrimonio contable de otras entidades: A manera de ejemplo, podemos mencionar las inversiones permanentes en acciones de otras empresas, mediante las cuales la entidad puede ejercer influencia significativa o llegar a tener el control.
f) Otros activos: Como las adquisiciones sin costo, donaciones recibidas o adquisiciones a título gratuito y estimaciones.
Fuente:
‘Principios de Contabilidad’, Álvaro Javier Romero López, Ed. Mc Graw Hill, 4° edición, p. 156.
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