Cultura viva de la memoria

En la cultura de la memoria de la República Federal de Alemania desempeñan un papel esencial el análisis crítico de la guerra, la dictadura, los crímenes cometidos por motivos ideológicos y la injusticia política en el siglo XX y el recuerdo de las víctimas de persecuciones. La conservación de los testimonios de testigos de época es esencial para una cultura de la memoria destinada a mantener viva la conciencia de los crímenes del nazismo también en las generaciones venideras. La cultura viva de la memoria incluye asimismo los numerosos sitios y lugares de conmemoración y recuerdo dedicados a los distintos grupos de víctimas en toda Alemania. Por ejemplo, en pleno centro de Berlín, el Monumento en Memoria de los Judíos de Europa Asesinados recuerda a los seis millones de víctimas de la Shoah, el Holocausto.

En las calles de muchas ciudades alemanas y otras urbes europeas existen pequeños monumentos recordatorios, “Stolpersteine” (tropiezos), en forma de adoquines que recuerdan los lugares donde vivieron o trabajaron personas perseguidas, asesinadas, deportadas o expulsadas de Alemania durante el nazismo. Estos cubos de cemento de 10 x 10 x 10 cm enterrados a ras de suelo llevan incrustada en la parte superior una placa de latón de 10 x 10 cm con el nombre y datos de la vida de la víctima, como homenaje a su memoria. 

Memoria de la guerra, la resistencia y la dictadura.

En noviembre de 2018, Alemania se recordaron los 100 años del fin de la Primera Guerra Mundial. En 2018 fue celebrado el 100 aniversario de la sesión constituyente de la Asamblea Nacional de la República de Weimar, la primera democracia alemana. Ya en 2014 y 2015, años del centenario del comienzo de la Primera Guerra Mundial y el vigesimoquinto aniversario de la caída del Muro de Berlín respectivamente, los actos conmemorativos estuvieron marcados, sobre todo, por un sentimiento de gratitud. Gratitud hacia los aliados de la coalición contra Hitler por la liberación en 1945 y asimismo por la oportunidad para la reconstrucción y la reunificación del país en 1990. La gratitud también se dirigió a las víctimas supervivientes de la Shoah que dieron testimonio de los crímenes y tendieron la mano a la Alemania democrática después del fin de la Segunda Guerra Mundial. 

También se trata de mantener viva la memoria de la dictadura comunista en la antigua zona de ocupación soviética (1945–1949) y durante el régimen de la RDA (1949–1990) para las generaciones que no vivieron la división de Alemania ni el sistema dictatorial de Gobierno de la RDA. En ello desempeña un importante papel el trabajo del Delegado Federal para la Documentación del Servicio de Seguridad del Estado de la antigua República Democrática Alemana, encargado de examinar y clasificar los documentos de la que fue policía política del régimen de la RDA (Stasi) y ponerlos a disposición de los afectados y los historiadores. Una exposición permanente en la antigua central de la Stasi en Berlín-Hohenschönhausen ilustra los medios y métodos de la policía del régimen para espiar, controlar e intimidar a la población. El Lugar Conmemorativo de la Resistencia Alemana, erigido en memoria de los que lucharon contra la dictadura nazi, se encuentra en el Bendlerblock, un complejo de edificios en Berlín-Mitte, lugar histórico del fallido intento de golpe de Estado del grupo en torno a Claus Schenk Graf von Stauffenberg el 20 de julio de 1944. En ese sitio de la memoria se documenta cómo, entre 1933 y 1945, individuos y grupos supieron aprovechar los espacios de acción que tenían para llevar a cabo actos de resistencia contra la dictadura nacionalsocialista. 


Fuente:
Tatsachen, “La actualidad de Alemania (2018)”, p. 36 – 37.

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