El activo son todos aquellos bienes de que
dispone una entidad para la realización de sus fines; por tanto, incluye, entre
otros, el efectivo en caja, fondos de caja, bancos, instrumentos financieros,
las cuentas y documentos por cobrar a clientes, otros deudores, las mercancías,
los pagos anticipados como papelería, propaganda, primas de seguros y fianzas, rentas
e intereses pagados por anticipado; los terrenos, edificios, maquinaria,
mobiliario y equipo de oficina, equipo de reparto y transporte; depósitos en
garantía, los derechos de autor, patentes, marcas comerciales, crédito
mercantil, gastos de constitución y de organización, los que representan una
participación en el capital contable o patrimonio contable de otras entidades,
etc., es decir, todos aquellos conceptos que reúnan las características de la
figura previamente mostrada.
‘Principios de Contabilidad’, Álvaro Javier Romero López, Ed. Mc Graw Hill, 4° edición, p. 155 – 156.
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