Los Hijos Paradisiacos son la presentación divina de las naturalezas actuantes de las tres personas de la Deidad a los dominios del tiempo y del espacio. Los Hijos Creadores, Magisteriales e Instructores son los dones de las Deidades eternas a los hijos de los mortales y a todas las demás criaturas universales de potencial de ascensión. Estos Hijos de Dios son los ministros divinos que se dedican incesantemente a la tarea de ayudar a las criaturas del tiempo para que alcancen el elevado objetivo espiritual de la eternidad.
En los Hijos Creadores, el amor del Padre Universal se combina con la misericordia del Hijo Eterno y se revela a los universos locales en el poder creativo, el ministerio amante, y la soberanía comprensiva de los Micaeles. En los Hijos Magisteriales, la misericordia del Hijo Eterno, unida con el ministerio del Espíritu Infinito, se revela a los dominios evolucionarios en las carreras de estos Avonales de juicio, servicio y autootorgamiento. En los Hijos Instructores Trinitarios el amor, misericordia y ministerio de las tres Deidades del Paraíso están coordinados en los más elevados niveles de valor espacio-temporal y son presentados a los universos como verdad viviente, bondad divina, y verdadera belleza espiritual.
En los
universos locales, estas órdenes de filiación colaboran para revelar las Deidades
del Paraíso a las criaturas del espacio; como Padre de un universo local, un
Hijo Creador retrata el carácter infinito del Padre Universal. Como Hijos autootorgadores
de misericordia, los Avonales revelan la naturaleza incomparable del Hijo
Eterno de infinita compasión. Como verdaderos maestros de las personalidades
ascendentes, los Hijos Dainales Trinitarios revelan la personalidad de maestro
del Espíritu Infinito. Los Micaeles, los Avonales y los Dainales en su
cooperación divinamente perfecta contribuyen a la actualización y revelación de
la personalidad y soberanía de Dios el Supremo en los universos del tiempo y
del espacio y para los mismos. En la armonía de sus actividades triunas estos
Hijos de Dios Paradisiacos funcionan siempre a la vanguardia de las
personalidades de la Deidad al seguir la expansión inacabable de la divinidad
de la Primera Gran Fuente y Centro desde la sempiterna Isla del Paraíso hacia
las profundidades desconocidas del espacio.
Fundación Urantia, “El libro de Urantia”, p. 257 – 258.
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