Una flecha en el aire
tiró Cupido,
y la tiró jugando —cielito lindo—
y a mí me ha herido.
Mortal herida
que si tú no la curas- —cielito lindo—
pierdo la vida.
¡Ay, ay, ay, ay!
Canta y no llores,
porque cantando se alegran
—cielito lindo—
los corazones.
Morena de ojos negros
como mi suerte,
mírame, aunque con ellos —cielito lindó—
me des la muerte;
la muerte espero,
porque dejar de verlos —cielito lindo—
eso no puedo.
¡Ay, ay, ay, ay!
Canta y no llores,
porque cantando se alegran
—cielito lindó—
los corazones.
Para que ya no dudes
De mi cariño,
abre mi corazón —cielito lindo—
toma el cuchillo;
pero con tiento,
niña, no te lastimes —cielito lindo—
que estás adentro.
¡Ay, ay, ay, ay!
Canta y no llores,
porque cantando se alegran
—cielito lindó—
los corazones.
De domingo en domingo
te vengo a ver;
¡cuándo será domingo —cielito lindo—
para volver!
Yo bien quisiera
que toda la semana —cielito lindo—
domingo fuera.
¡Ay, ay, ay, ay!
Canta y no llores,
porque cantando se alegran —cielito lindo—
los corazones.
Español. Lecturas. 6° Grado, Ed. Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuito, p. 66 – 67
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