Durante vuestra larga estadía en los mil millones de mundos de cultura havonal desarrollaréis una amistad eterna con estos seres magníficos. ¡Cuán profunda es la amistad que florece entre una criatura personal más baja de los mundos del espacio y estos altos seres personales nacidos en las esferas perfectas del universo central! Los mortales ascendentes, en su larga y tierna asociación con los nativos de Havona, mucho hacen para compensar el empobrecimiento espiritual de las etapas primitivas de su progresión mortal. Al mismo tiempo, gracias a sus contactos con los peregrinos ascendentes, los havoneros adquieren una experiencia que compensa considerablemente las limitaciones experienciales inherentes a haber vivido siempre una vida de perfección divina. Grandes y mutuos son los beneficios tanto para los mortales ascendentes como para los nativos de Havona.
Los nativos de Havona, como todas las personalidades de origen trinitario, se proyectan en perfección divina, y pueden enriquecer sus dotes experienciales con el paso del tiempo, al igual que otras personalidades de origen en la Trinidad. Pero a diferencia de los Hijos Estacionarios de la Trinidad, los nativos de Havona pueden evolucionar en su estado y tener un futuro de eternidad-destino no revelado. Esto es ilustrado por esos havoneros que actualizan a través del servicio la capacidad de fusión con un fragmento no Ajustador del Padre y de este modo llenan las condiciones necesarias para afiliarse a los Cuerpos de los Mortales de la Finalidad. También existen otros cuerpos de finalistas abiertos a estos nativos del universo central.
La evolución del estado de los nativos de Havona ha ocasionado múltiples especulaciones en Uversa. Pues se van infiltrando constantemente en los diversos Cuerpos de la Finalidad en el Paraíso, y no se crean otros seres para reemplazarlos, es evidente que el número de nativos que quedan en Havona disminuye constantemente. Las consecuencias últimas de estas transacciones no nos han sido reveladas jamás, pero no creemos que los nativos desaparezcan completamente de Havona. Hemos teorizado que los nativos de Havona posiblemente dejen de integrarse a los cuerpos de finalistas en algún momento durante las edades de las creaciones sucesivas en los niveles exteriores del espacio. También hemos albergado la idea de que en estas subsecuentes edades universales el universo central podría poblarse de un grupo mixto de seres residentes, una ciudadanía sólo en parte formada por los nativos de Havona. No sabemos qué orden o tipo de criatura pueda estar destinada a la residencia en Havona en el futuro, pero hemos pensado en:
1. Los univitatias, que son actualmente los ciudadanos permanentes de las constelaciones de los universos locales.
2. Tipos futuros de mortales que puedan nacer en las esferas habitadas de los superuniversos durante el florecimiento de las edades de luz y vida.
3. La aristocracia espiritual afluente desde los sucesivos universos exteriores.
Sabemos
que el Havona de la era universal anterior era un tanto diferente del Havona de
la edad presente. Juzgamos pues, simplemente razonable suponer que estamos
presenciando ahora aquellos lentos cambios del universo central que anteceden a
las edades por venir. Un hecho es seguro: el universo no es estático; sólo Dios
es inmutable.
Fundación Urantia, “El libro de Urantia”, p. 244 – 245.
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