Actuamos como individuos, como yo lo estoy haciendo al pronunciar esta declaración, pero también funcionamos en trío cuando quiera que la ocasión lo exija. Cuando actuamos para ejecutar, siempre nos asociamos de la siguiente manera: un Perfeccionador de la Sabiduría, un Censor Universal y de uno a siete Consejeros Divinos.
Un Perfeccionador de la Sabiduría, siete Consejeros Divinos, y un Censor Universal constituyen un tribunal de la divinidad Trinitaria, el más elevado cuerpo asesor móvil en los universos del tiempo y el espacio. Estos grupos de nueve se conocen como tribunales para recolectar información o para revelar la verdad, y cuando juzgan un problema específico, y pronuncian un dictamen, es como si la decisión hubiera provenido de uno de los Ancianos de los Días, porque en todos los anales de los superuniversos jamás ha ocurrido que los Ancianos de los Días hayan revocado un veredicto de esta índole.
Cuando los tres Ancianos de los Días actúan, la Trinidad del Paraíso actúa. Cuando el tribunal de nueve llega a una decisión después de sus deliberaciones conjuntas, para todo fin y propósito es como si hubieran dictaminado los Ancianos de los Días. Y ésta es la forma en que los Gobernantes del Paraíso se ponen en contacto personal con los mundos, sistemas y universos individuales en los asuntos administrativos y en la reglamentación.
Los Consejeros Divinos son la perfección del consejo divino de la Trinidad Paradisiaca. Nosotros representamos, y de hecho somos, el consejo de la perfección. Cuando nos complementa el consejo experiencial de nuestros asociados, los seres de ascensión evolutiva perfeccionados y abrazados por la Trinidad, nuestras conclusiones combinadas son no sólo completas, sino pletóricas. Una vez que un Censor Universal ha asociado, adjudicado, confirmado y promulgado nuestro consejo conjunto, es muy probable que se acerque al umbral mismo de la totalidad universal. Estos veredictos representan la máxima aproximación posible a la actitud absoluta de la Deidad dentro de los límites espacio-temporales de la situación considerada y del problema correspondiente.
Siete Consejeros Divinos, en enlace con un trío trinidizado evolutivo —un Mensajero Poderoso, un Elevado en Autoridad y un sin Nombre ni Número— representan la mejor aproximación superuniversal a la unión del punto de vista humano con la actitud divina en los niveles cuasiparadisíacos de significación espiritual y valores de realidad. Una aproximación tan grande a la unión de las actitudes cósmicas de la criatura y de su Creador sólo es sobrepasada en los Hijos Paradisíacos de autootorgamiento, que son, en cada fase de experiencia de la personalidad, Dios y hombre.
Fuente:
Fundación Urantia, “El libro de Urantia”, p. 239 – 240.
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