Trompo de siete colores,
sobre el patio de la escuela,
donde la tarde esparcía
sonrisas de madreselva;
donde crecían alegres
cogollos y yerbabuena.
Trompo de siete colores,
mi corazón te recuerda.
Bailabas mirando al cielo,
clavada la púa en la tierra.
Fingías dormir inmóvil,
dabas vueltas y más vueltas,
y florecida en ti mismo
danzaba la primavera,
porque tu cuerpo lucía
pinturas de flores nuevas.
Trompo de siete colores,
mi corazón te recuerda,
y en su automóvil de sueños
a contemplarte regresa.
¡Y qué suavidad tiene
la ruta que el alma inventa
para volver a su infancia
que se quedó en una aldea!
Fuente:
Español. Lecturas. 6° Grado, Ed. Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuito, p. 36.
Español. Lecturas. 6° Grado, Ed. Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuito, p. 36.
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