En el reconocimiento inicial, el valor económico más objetivo es el valor original del intercambio al momento en que se devengan los efectos económicos de las transacciones, transformaciones internas y otros eventos, o una estimación razonable que se haga de éste.
En el reconocimiento posterior, dicho valor puede modificarse o ajustarse, en atención a lo establecido por las normas particulares, en caso de que cambien las características o la naturaleza del elemento a ser valuado; esto es, en función de sus atributos, así como de acuerdo con los eventos y circunstancias particulares que los hayan afectado desde su última valuación.
El valor original de intercambio representa
el costo o recurso histórico inicial de un activo o pasivo, o en su caso, la
estimación del beneficio o sacrificio económico futuro de un activo o pasivo.
‘Principios de Contabilidad’, Álvaro Javier Romero López, Ed. Mc Graw Hill, 4° edición, p. 126.
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