¿Cómo nos afectan las decisiones del Banco Central?
Como es sabido, en respuesta a la Crisis Financiera Global de 2008, por años, los principales Bancos Centrales mantuvieron muy bajas sus tasas de interés, a pesar de ello, la inmensa mayoría de la población no sabe exactamente qué hacen dichos Bancos. Muchos los han oído nombrar, pero confunden sus principales finalidades con las de otras instituciones financieras. Es común que la mayoría confíe en ellos, sin interesarles lo que están comunicando.
¿Qué hace un Banco Central?
Un Banco Central moderno
entrega gratuitamente a su población bienes públicos, como son un entorno de
inflación baja y estable, así como un sistema financiero capaz de ajustarse a
los vaivenes económicos, sin interrupciones, función que se conoce como
estabilidad financiera.
Los Bancos Centrales son calificados con relación al cumplimiento de sus mandatos legales y que, en principio, parten de la idea que fueron concebidos para beneficiar directamente al individuo.
El Banco Central actúa como si fuera el “doctor del dinero” y su trabajo consiste en mantenerlo con buena salud. Para evaluar esa labor, el mejor termómetro es determinar si el dinero está funcionando correctamente como medio de pago, depósito de valor y unidad de cuenta. Las medicinas que prescribe ese “doctor financiero”, tienen como fin asegurar, respectivamente, que la población efectúe pagos tanto en efectivo como por otros medios, realice operaciones financieras, así como compare precios y planee gastos.
En la práctica, cabe advertir que la mayoría de los Bancos Centrales se orienta únicamente a la eficacia.
¿Cuáles son los desafíos de los Bancos Centrales?
En primer lugar, las
economías suelen recibir una infinidad de choques, con efectos muy diversos. Por
ejemplo, la pandemia por COVID-19 resultó un suceso inédito y de proporciones
inimaginables. Es como si la economía mexicana hubiese recibido al mismo
tiempo, tres diferentes choques: uno financiero, otro de demanda agregada, más
otro de oferta también agregada.
En segundo lugar, es manifiesto que los Bancos Centrales no disponen de una bola de cristal, ni tienen forma de prever todos los escenarios posibles. Sus políticas presentan rezagos e incertidumbre. Una muestra de ello es el largo horizonte de ocho trimestres que la Junta de Gobierno de Banco de México tiene que considerar en la operación de su política monetaria.
En tercer lugar, frecuentemente, los analistas cuestionan no solo las medidas adoptadas sino también su oportunidad. Por añadidura, a los hogares y a las empresas siempre les desagrada que aumenten las tasas de interés, independientemente de que su finalidad sea combatir la inflación.
¿Las decisiones del Banco Central afectan negativamente a la economía del país?
Factor adicional a
considerar es que las políticas de los Bancos Centrales provocan, en ocasiones,
efectos no deseados, como es la desigualdad que, sin constituir un fenómeno
monetario, es susceptible de afectar, en el corto plazo, la distribución de la
riqueza y el ingreso.
Ejemplo de ello es que entre 2009 y 2022, las tasas de interés permanecieron relativamente bajas a nivel global, comportamiento influenciado, parcialmente, por la actuación de los Bancos Centrales. En un ambiente de tasas de interés bajas, se propiciaron auges bursátiles. En ese contexto, las empresas y los consumidores incrementaron su gasto, así como la expectativa de futuras ganancias de las compañías.
Entonces, al subir el precio de las acciones, los tenedores de activos financieros, la mayoría de un alto ingreso, gozó de un aumento de riqueza. Resulta importante siempre tener presente que abstenerse de restringir la política monetaria bajo el pretexto de coadyuvar a la igualdad de riqueza e ingreso, implicaba un gran riesgo de una inflación descontrolada que generaría costos muy altos para la economía y la sociedad.
Proteja su Dinero #269, Agosto 2022, p. 24 – 25.
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