En una primera instancia, este tipo de enfoque se parece al basado en la conducta y el sociológico, ya que uno de los objetivos de la contabilidad es proporcionar información financiera útil para un determinado grupo de usuarios; sin embargo, si pensamos que éstos viven y se desenvuelven en una sociedad, entonces la información suministrada por la contabilidad, al llegar a la sociedad, alcanza un nivel macroeconómico. Esto lo podemos entender y apreciar si pensamos en la necesidad que se tiene de llevar una contabilidad de tipo fiscal para la presentación de las declaraciones y pago de los impuestos y, de ese modo, contribuir a alcanzar las metas fijadas por el gobierno como políticas económicas. Es entonces cuando la contabilidad alcanza su sentido macroeconómico.
‘Principios de Contabilidad’, Álvaro Javier Romero López, Ed. Mc Graw Hill, 4° edición, p. 60.
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