A este respecto, en 1966, el comité de la Asociación Estadounidense de Contabilidad, en A Statement of Basic Accounting Theory, definió la contabilidad con base en la teoría de la comunicación de la siguiente manera: “El proceso de identificar, medir, comunicar información económica que permita juicios y decisiones informados por parte de los usuarios de la información”.
Al respecto, se presenta un breve resumen del modelo de contabilidad basado en el enfoque de la teoría de la comunicación elaborado por Álvaro Javier Romero López, el cual forma parte del trabajo “Contacibernética, contabilidad financiera y control interno con enfoque de sistemas. El camino hacia la contabilidad de calidad total”, que fue primer lugar del XIV Premio Nacional de Contaduría Pública 1996-1997, convocado por el IMCP.
Este modelo se basa en el concepto de
comunicación como un proceso mediante el cual la información se transmite a un
receptor, quien la comparte, lo cual requiere que sea recibida y, sobre todo,
comprendida, ya que la información que se transmite pero que no es recibida
(comprendida) se dice que no es comunicada. Por ello, la contabilidad debe
comunicar información financiera, lo que requiere que el mensaje llegue al
destino o usuario en un lenguaje que entienda y le permita tomar decisiones.
Se integra de los siguientes elementos:
Fuente. Son las operaciones realizadas y eventos económicos que originan, proveen o emiten el mensaje.
Transmisor. Es el proceso contable, principios, reglas, criterios, partida doble, sistemas de registro, etc., que opera o codifica el mensaje, enviándolo o transmitiéndolo ya codificado de la fuente al canal.
Mensaje. Es la información financiera que la fuente envía por medio del canal al receptor.
Canal. Es el medio (estados financieros) por el cual la información financiera se envía de la fuente al receptor.
Receptor. Representado por el sistema de comunicación de información, es el encargado de recibir la información, analizar e interpretar su contenido, para decodificarla y colocarla a disposición del destino o usuario, en un lenguaje que éste comprenda.
Destino. Es el usuario a quien va dirigida la información financiera ya decodificada en el punto final del sistema de comunicación.
Ruido. Representa la presencia de estímulos
perturbadores no deseados que alteran de manera imprevisible la información
financiera.
‘Principios de Contabilidad’, Álvaro Javier Romero López, Ed. Mc Graw Hill, 4° edición, p. 59 – 60.
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