Una vez desarrollados los módulos de las mejoras o un nuevo sistema de software, se deben integrar al sistema existente para que los usuarios los utilicen.
Para cumplir adecuadamente con esta transición:
- Crea un plan para el proceso de cambio.
- Usa entornos de prueba y preproducción necesarios.
- Realiza pruebas necesarias para asegurar la adecuación del nuevo servicio a los requisitos predefinidos.
- Establece planes de despliegue y retorno a la última versión estable en caso de fallas.
- Cierra el proceso de cambio con una detallada revisión postimplementación.
Para saber si realizaste una correcta transición observa los siguientes indicadores:
- Los clientes tendrán sus necesidades cubiertas realizando juntas con los usuarios finales.
- La implementación de nuevas funcionalidades es más eficiente.
- Los servicios responden mejor a los cambios.
- Mejor control de riesgos y disposición de planes de contingencia que eviten una degradación del sistema.
- Mejor soporte del sistema con bases de datos y datos de configuración actualizados.
- La actualización de la base de conocimiento permite una mejor toma de decisiones para futuras actualizaciones del sistema.
Cada uno de los planes debe interactuar entre sí para prevenir errores en la implementación del servicio. En esta fase debe estar involucrada toda el área de TI para recaudar la información pertinente y retroalimentar la documentación del área.
Fuente:
Fundación Carlos Slim – Tecnologías de la Información para Servidor Público.
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