1. Presupuestos
operativos:
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Presupuesto de ventas.
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Presupuesto de producción.
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Presupuesto de compras.
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Presupuesto de gastos de ventas.
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Presupuesto de publicidad.
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Presupuesto de I + D.
- Presupuesto de administración.
Los datos contenidos en los anteriores presupuestos permitirán confeccionar la Cuenta de resultados Previsional.
2. Presupuestos de inversiones: cuantifican las necesidades de capital derivadas de la planificación estratégica.
A partir
de los anteriores presupuestos se determina el conjunto de cobros y pagos que
conformarán el Presupuesto de Tesorería, para formular finalmente el Balance de
Situación Previsional.
El presupuesto operativo describe los planes vinculados a las actividades propias de la explotación prevista para un determinado período de tiempo, normalmente el año.
La previsión de ventas es el punto de partida del que se desprenden los presupuestos de las diversas secciones de la empresa. Los ingresos por ventas, los niveles de existencias, la producción necesaria y, con ella, la mayoría de los costes, así como los beneficios, son consecuencia directa del nivel de ventas previsto.
Una vez conocido el nivel de producción necesario, es posible confeccionar los presupuestos de compras y consumo de materiales, de mano de obra, así como de los restantes costes de fabricación.
La planificación de las ventas ha de estar en consonancia con los objetivos y estrategias de la empresa, siendo preciso, además conocer en profundidad las variables externas e internas que actúan sobre ellas. El pronóstico o previsión de ventas es una estimación de la demanda potencial de los clientes en base a unas determinadas premisas.
El presupuesto de producción es consecuencia directa del plan de ventas, estando los requerimientos de fábrica subordinados a las posibilidades comerciales de la empresa. No obstante, la capacidad productiva puede condicionar las estimaciones de ventas, si bien los presupuestos de inversiones también pueden prever programas de ampliación de dicha capacidad. De igual modo las previsiones de aprovisionamiento externo de productos pueden cubrir los requerimientos de la demanda, más allá de la actual capacidad de producción.
El programa de producción ha de tener en cuenta tanto el nivel de existencias iniciales, como la estimación de las finales. La gestión de stocks permite conocer los niveles óptimos de almacenamiento de productos, dependiendo de la capacidad de almacenaje, de los costes de pedido y del coste de mantenimiento de los inventarios. Sin olvidar que la gestión óptima de la función comercial tiende a mantener un nivel cero de existencias de productos, tampoco se han de obviar los problemas derivados de la posible ruptura del stock, con los consiguientes perjuicios derivados del desabastecimiento.
El programa de producción ha de establecer las necesidades de consumo de factores: volumen y coste de los materiales necesarios, nivel de empleo y coste de la mano de obra, así como el coste de los restantes medios de fabricación, teniendo en cuenta, respecto a los costes indirectos sus componentes fijo y variable.
Otras partidas a presupuestar son los costes vinculados con las funciones de distribución, publicidad, investigación y desarrollo y administración.
El presupuesto de inversiones tiene su origen en la planificación a largo plazo que establece los objetivos de crecimiento de la empresa y que ha de irse materializando en los presupuestos anuales. Las inversiones pueden responder a los siguientes objetivos:
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Mantenimiento e incremento de la capacidad productiva.
- Mejora
de la productividad y de la calidad de productos y procesos.
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Investigación y desarrollo para potenciar nuevos productos y mercados.
- Objetivos de índole social que refuerzan la imagen y el prestigio de la empresa.
La elaboración de los anteriores presupuestos conduce a la confección de los estados financieros previsionales, dentro de los cuales, el primero es el presupuesto de tesorería, mediante el cual se estiman las cantidades de efectivo que se van a percibir y desembolsar en virtud de las previsiones ya efectuadas de ingresos y gastos. Al final se concretará el presupuesto con la expresión del superávit o déficit de tesorería estimado al concluir el ejercicio.
El presupuesto de tesorería permite conocer los posibles excedentes o déficits de liquidez que se van a producir, permitiendo arbitrar las oportunas medidas crediticias para paliar los déficits, e inversoras de los excedentes. La política de financiación a los clientes depende en gran medida de las necesidades de liquidez de la empresa.
Una vez elaborados los presupuestos operativos, es posible configurar una cuenta de resultados previsional basada en las operaciones corrientes de forma similar al presentado en las cuentas anuales de la entidad, pero con carácter anticipado.
Finalmente, el balance previsional presenta la síntesis de los recursos económicos empleados (inversiones) y las fuentes de financiación que los sustentan.
El balance previsional pone de manifiesto cómo repercuten los programas de actuación sobre el inmovilizado, los recursos propios, los capitales permanentes y el fondo de maniobra. Así mismo, informa acerca de la rentabilidad económica y financiera prevista de los capitales comprometidos.
La
información requerida para la confección del balance se obtiene de los tres
documentos anteriores: la cuenta de resultados previsional, el presupuesto de
tesorería y el presupuesto de inversiones.
Académica – Curso Elaboración de Presupuestos.
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