a) El control de ingresos.
Las
variables objeto de análisis son:
- Volumen
de ventas.
-
Ingresos por ventas.
- Costes
de promoción.
- Costes de distribución.
Es preciso concretar los objetivos perseguidos, estableciendo, por ejemplo, el número de nuevos clientes a conseguir, el ratio de ventas por vendedor respecto a los gastos de venta que ha generado, número y valor de los pedidos por visitas realizadas, cuotas de ventas por vendedores, zonas, períodos, etc.
Las unidades de medida de los objetivos han de ser claras y de fácil cuantificación.
b) El
control de la producción.
El programa de producción está mediatizado por una serie de variables que pueden provocar su modificación. Periódicamente se ha de conocer el estado del volumen de producción y el nivel de los inventarios.
Es preciso arbitrar mecanismos que permitan diferenciar las variaciones de producción debidas a ineficiencias de las que obedecen a errores de cálculo y a causas externas. Las primeras, cuando son significativas requerirán la adopción de medidas correctoras; las segundas originan modificaciones presupuestarias.
Las
principales áreas de control son:
-
Aprovisionamiento:
·
Variación en precios de compra de
los materiales.
·
Variación en cantidad de
materiales consumidos.
·
Variación en costes específicos
de aprovisionamiento.
- Mano de
obra:
·
Variación técnica o en
eficiencia.
·
Variación económica o en tasas
horarias.
- Costes
indirectos de fabricación:
Se calculan
para cada centro operativo.
·
Variaciones técnicas o en el
nivel de actividad.
· Variaciones económicas o en costes.
c) El
control de los gastos de distribución y de administración.
Habitualmente se practica un control global del presupuesto, analizando el comportamiento de cada partida presupuestaria, al resultar muy complejo el análisis de las componentes técnica y económica de los costes.
Fuente:
Académica – Curso Elaboración de Presupuestos.
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