Este castigo incluyó el torneo de futbol de los Juegos Olímpicos de Seúl 1988, al cual ya se había conseguido la clasificación, al comprobarse que cuatro jugadores del selectivo juvenil que participó en las eliminatorias para el Mundial de la categoría en Arabia Saudita 1989 (que se llevó a cabo del 12 al 24 de Abril de 1988 en Guatemala) rebasaban el límite de edad reglamentario de 19 años y 11 meses, mediante documentos adulterados.
Esta situación se comprobó gracias a un documento, editado por la propia Federación Mexicana, con datos proporcionados por los clubes, en el cual se publicaban las fechas de nacimiento de los jugadores.
Así que dentro del grupo comandado por Francisco Avilán, las edades de los seleccionados juveniles Gerardo Jiménez y José de la Fuente, del Monterrey; Aurelio Rivera, del Tampico Madero, y José Luis Mata, del Atlas, no coincidían con la fecha de nacimiento que presentaron en Guatemala.
La prensa escrita y televisiva, principalmente Imevisión (hoy TV Azteca), denunciaron estas irregularidades.
El asunto llegó a oídos de la Federación Guatemalteca, cuyos directivos realizaron su propia investigación, recopilaron el material disponible y presentaron un escrito de denuncia formal ante CONCACAF en el congreso de ese año con copias de las actas de nacimiento de los cuatro jugadores. Con base en estos documentos y con el aval de la FIFA, Joaquín Soria Terrazas, presidente de la CONCACAF, anunció el 20 de Junio de 1988 que los equipos mexicanos quedaban excluidos de participar en el Mundial Juvenil de Arabia Saudita 1989 y los Juegos Olímpicos de Seúl 1988, eventos a los que ya habían calificado.
Asimismo se determinó suspender de por vida a los miembros del Consejo Nacional de la FMF; Rafael del Castillo, presidente; Rafael Lebrija, José de Jesús Álvarez y Antonio Pérez Contreras, vicepresidentes; Manuel Aceves Montenegro, tesorero; Ramón Martínez, secretario; Gerardo Gallegos, protesorero; y Francisco Javier Terán, prosecretario.
Del Castillo decidió acudir personalmente a la sede oficial de la FIFA en Zúrich para tratar de revertir la decisión tomada.
La FIFA no sólo no atendió los argumentos del directivo mexicano, sino que mandó ampliar la investigación que finalizó con una votación interna. México perdió 5 a 4 y el castigo se amplió a las eliminatorias mundialistas rumbo a Italia 1990 y a toda competencia internacional por espacio de dos años, según dio a conocer el 30 de Junio de 1988.r
Guillermo Cañedo, vicepresidente de la FIFA, no pudo votar, ya que representaba a la región en cuestión.
Tras conocer el veredicto, Del Castillo y Lebrija padre renunciaron a sus cargos dentro del organismo mexicano.
“Estoy asqueado del pantalón largo de la FIFA y de CONCACAF; no podemos ni queremos seguir en el futbol”, dijo Del Castillo.
Este incidente representó un duro golpe para el futbol organizado en México, echó por tierra el ciclo de cuatro años de planeación trazado por el técnico Mario Velarde.
“¿Qué
culpa tienen Hugo, Larios, Negrete, Velarde? El futbol mexicano no está para
esto, justo ahora que contamos con exponentes en el extranjero, Hugo, Luis,
Negrete y tantos otros que hubieran permitido pensar en algo bueno para el
Mundial de Italia”, señaló un consternado Manuel Lapuente.
Récord Mundial, Alemania 2006 ¡Piensa en Grande!, Ed. Notmusa, p. 114 – 115.
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