A ritmo de
catenaccio.
Paolo Rossi fue la figura en España 1982, donde fue el campeón de goleo y además se le reconoció como el mejor jugador.
AI Mundial de España 1982 se le denominó como la Fiesta y recibió a 24 invitados, cada uno con un estilo de juego, pero terminó por imponerse el infalible Catenaccio.
Las selecciones favoritas para llevarse la Copa Mundial contaban con grandes figuras; Brasil tenía en su columna vertebral a Sócrates, Falcao y Zico. Los alemanes, al efectivo Rummenigge; Francia a sus 'tres mosqueteros' del medio campo, Platini, Tigana y Giresse, y la Albiceleste con un joven regordete que debutaba en este torneo, un 'crack' llamado Diego, de apellido Maradona.
Todos brillaban, menos Italia, un gigante que en Fase de Grupos estuvo adormilado y tres empates le dieron la clasificación.
En las filas italianas estaba Paolo Rossi, una sorpresa debido a que los dos años previos estuvo fuera de cualquier competición tras ser suspendido por supuesto amaño de partidos en el Calcio.
Rossi anotó hasta el último juego de la Segunda Ronda ante Brasil. En la Final, los italianos demostraron que con su sistema de juego podían igualar a la poderosa Alemania.
Paolo
encaminó a Italia al título tras marcar el primer gol, después Tardelli y
Altobelli aumentaron la ventaja, y aunque Breitner descontó para los teutones,
era muy tarde, la escuadra Azzurra tuvo su fiesta en España tras la conquista
del tricampeonato.
Por Ángel Hernández en Récord Especiales, ‘Rusia 2018’, Ed. Notmusa, p. 178 – 179.
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