No todas las habitaciones son iguales: las del campo son distintas de las urbanas, o de la ciudad.
En el campo, la forma de las habitaciones depende de los materiales que la región produce. Algunas son de palma, madera, adobes, ladrillos o piedra. En los lugares muy lluviosos se da a los techos un declive muy pronunciado, para que el agua de la lluvia resbale; donde llueve poco, los techos son horizontales. Se les hace de teja, de palma, de tejamanil, etcétera.
Según sus necesidades, el campesino agrega a sus habitaciones varias dependencias: graneros, trojes, corrales.
En las ciudades, las casas se construyen con materiales firmes y, a veces, lujosas: estructuras metálicas o de cemento, piedra labrada, mármol, etcétera.
Algunos edificios
urbanos tienen varios pisos, para aprovechar mejor el terreno, que es más caro
a medida que la ciudad crece.
Generación 1960. Mi libro de Geografía, Tercer Grado, Ed. Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuito, p. 54.
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