El primer combustible que usó el ser humano fue la madera seca o leña, que le sirvió para cocinar sus alimentos y calentarse.
Después observó que, al quemar de cierto modo la madera, podía obtenerse carbón vegetal. Desde entonces utilizó este como combustible.
En muchas partes de la República Mexicana se usa todavía el carbón vegetal. La tendencia mundial es hacer disminuir el consumo de este combustible, ya que al producirlo se destruyen los bosques.
El carbón mineral se obtiene de minas que existen en algunas regiones de
nuestro país. Se emplea especialmente en los hornos de las fábricas (para obtener temperaturas elevadas) y
es indispensable para la fabricación del acero.
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