La variación en los resultados del proceso y otros problemas de calidad pueden ocurrir por muchas razones, como el material, las máquinas, los métodos, las personas y la medición. El objetivo de la solución de problemas es identificar sus causas para corregirlas. El diagrama de causa – efecto es una herramienta importante en esta tarea; ayuda a la generación de ideas sobre las causas de los problemas y esto, a su vez, sirve como base para encontrar las soluciones. Es un método gráfico sencillo para presentar una cadena de causas y efectos, así como clasificar las causas y organizar las relaciones entre las variables.
Kaoru Ishikawa introdujo el diagrama de causa – efecto en Japón,
es por eso que también se le conoce como diagrama de Ishikawa. Debido a su
estructura, a menudo se le llama diagrama de espina de pescado. Al
final de la línea horizontal se menciona un problema. Cada ramificación que se
dirige al tronco principal representa una posible causa. Las ramificaciones que
señalan hacia las causas contribuyen a ellas. El diagrama identifica las causas
más probables de un problema a fin de poder recopilar y analizar más datos.
Los diagramas de causa – efecto se crean en una atmósfera de
tormenta de ideas. Todos pueden participar y sienten que son parte importante
del proceso de solución de problemas. Por lo general, pequeños grupos tomados
del departamento de operaciones o de la dirección trabajan con un facilitador
capacitado y con experiencia. El facilitador centra la atención en la discusión
del problema y sus causas, no en las opiniones. Como técnica de grupo, el
método de causa – efecto requiere de una interacción significativa entre los
miembros del grupo. El facilitador, quien escucha con detenimiento a los
participantes, puede captar las ideas importantes. A menudo, un grupo puede ser
más eficiente al pensar en el problema en general y considerar los factores
ambientales y políticos, cuestiones de los empleados e incluso las políticas
gubernamentales, si es apropiado.
El método de construcción de las 6M es el más común y consiste
en agrupar las causas potenciales en seis ramas principales (6M): métodos de
trabajo, mano o mente de obra, materiales, maquinaria, medición y medio
ambiente.
Fuente:
James R. Evans & William M. Lindsay, ‘Administración y control de la calidad’, Editorial Cengage Learning, p. 673 – 676.
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