Decir la verdad tiene importancia grande en la vida.
Muchos hombres han perdido su fama y su fortuna por no haberse acostumbrado desde niños a decir siempre la verdad.
¿Sabemos lo que pasó al pastorcito mentiroso? La fábula de Samaniego nos lo dice:
Apacentando un joven su ganado,
gritó desde la cima de un
collado:
- ¡Favor, que viene el lobo,
labradores!
estos, abandonando sus
labores,
acuden prontamente,
y hallan que es una chanza solamente.
Vuelve a llamar y temen la
desgracia.
Segunda vez los burla,
¡linda gracia!
Pero, ¿Qué le sucede a la
tercera?
Que vino en realidad la
hambrienta fiera.
Entonces el zagal se
desgañita,
y por más que patea, llora y
grita,
no se mueve la gente
escarmentada,
y el lobo le devora la
manada.
¡Cuántas veces resulta de un
engaño,
contra el engañador el mayor
daño!
Generación 1960. Mi libro Historia y Civismo. Tercer Grado, Ed. Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuito, p. 109.
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