A veces, como un tronco de árbol,
pálido
y envejecido,
no
mueves las ramas, te secas,
un color grisáceo te invade.
Se
ocultan tus follajes, caen
tus
flores sobre el cementerio,
pareces
mariposa muerta
o
mosca sobre el basurero.
A veces, como cenicienta
te
esclavizas en tu rutina,
en
tu extremada importancia
por
el orden y la limpieza.
Se
va tu mente y divaga
en
mundos alejados, fríos,
muertos,
torturados, malditos.
Te
hipnotizas y trasmutas.
Amor,
dame tu mano, a veces,
cuando
te sientas que no vuelves,
que
no respiras, que no puedes
¡Abrázame
fuerte, amor, vuelve!
citla.com
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