Los mayas del Nuevo Imperio

Los antiguos mayas tuvieron que abandonar sus ciudades.

Pues bien, emigraron a otros lugares y se concentraron al norte de la península de Yucatán, donde fundaron el Nuevo Imperio.

En esa región el agua es escasa, sólo se encuentra en unos depósitos subterráneos llamados cenotes.

Aunque la vegetación era pobre y la tierra muy dura, los mayas del Nuevo Imperio llegaron a tener, por su esfuerzo, gran prosperidad.

Además de los conocimientos heredados de los mayas del Antiguo Imperio, recibieron la influencia tolteca.

Señalaremos las cosas notables que tuvo aquel pueblo.

Conocieron los movimientos del Sol, de la Luna y de otros astros.

Aparte del calendario lunar, tuvieron el que basaban en los movimientos del Sol, y que constaba, como el nuestro, de 365 días.

Su sistema numérico era vigesimal, es decir, que contaban de 20 en 20, no de 10 en 10, como nosotros.

Se dedicaron al comercio con otros pueblos.

Utilizaron el cacao como moneda.

Se dividían en diferentes clases sociales: sacerdotes, guerreros y plebeyos. La clase más numerosa era la de los plebeyos, grupo que se dedicaba a la agricultura, al comercio y a otros trabajos.

Por herencia de los antiguos mayas, era éste un pueblo profundamente religioso; si bien por influencia tolteca, añadieron a la sencillez de su religión primitiva los sacrificios humanos.

Adoraban muchos dioses; los principales eran: Zamná, el dios creador; Kukulcán, dios que los toltecas llevaron a los mayas; Chac, el señor de las lluvias, muy venerado por ellos a causa de la importancia que le daban a la agricultura.

Sus ciudades principales fueron Chichen – Itzá y Uxmal, de las cuales se conservan, en grandiosas ruinas, edificios de piedra bellamente labrada.

Fuente:

Generación 1960. Mi libro Historia y Civismo. Tercer Grado, Ed. Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuito, p. 40 – 41.

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