No cabe duda que el pachuqueño Karloff Lagarde y René Copetes Guajardo nacieron para ser pareja, lo cual dejaron patente durante toda la década de los 60, y pese a que no lucharon siempre juntos su legado permanecerá por siempre en la historia de la lucha libre. Su estilo y actitudes se complementaban de manera inigualable, ambos eran unos verdaderos truhanes, un par de rudos extraordinarios conocidos a la postre como “los rebeldes”. Cada uno obtuvo importantes logros, como la hombrada que realizó Lagarde el 31 de Enero de 1957 al destronar al eterno campeón Blue Demon y quedar como monarca mundial de peso welter, o el campeonato mundial medio que Guajardo le arrebató a Rolando Vera el 23 de Septiembre de 1960 (ambos de la NWA) en el 27 Aniversario de la EMLL. Guajardo expuso su campeonato, el 4 de Noviembre de ese mismo año ante El Santo; su calidad y la buena racha de que gozaba en aquel momento le permitieron retener el preciado título.
En 1959 fue la primera vez que Guajardo y Lagarde lucharon haciendo sociedad. De ahí en adelante vinieron innumerables batallas llenas de emotividad, polémica e incluso, ira por parte del público.
El viernes 7 de Abril de 1961, en La Arena México, se programó, en la lucha semifinal, a Lagarde y Guajardo contra Rolando Vera y Rayo de Jalisco. Aquella lucha fue la más intensa de la noche, ya que los rudos Guajardo y Lagarde vinieron de atrás para llevarse la victoria. Habían comenzado perdiendo la primera caída, y en la segunda estuvieron a punto de ser vencidos, pero la pareja de rudos selváticos logró revertir las acciones. El coraje les emanaba del cuerpo, tanto que la gente quedó fascinada y atónita ante la voltereta que estaba presenciando. Rayo fue humillado por Guajardo, quien le propinó una tremenda tanda de golpes ante los que ni siquiera pudo meter las manos el jalisciense. Después le aplicó un tirabuzón y lo eliminó. Al mismo tiempo, con unas patadas y una rana invertida Karloff Lagarde dio cuenta de Rolando Vera.
Con esa victoria, la nueva y temida pareja había ganado el derecho de enfrentar a la sociedad más fuerte y consagrada de la EMLL en aquellos momentos: la “pareja atómica” conformada por El Santo y Gori Guerrero. El viernes 14 de Abril, La Arena México se desbordaba de la emoción, ya que se presentarían dos rivalidades muy fuertes. El Santo, quien el 24 de Febrero de ese mismo año había vencido en lucha de máscara contra cabellera a Guajardo, dejándolo sin su melena y su famoso copete, los sellos más distintivos de su fisonomía. Antes de dar el silbatazo inicial de la lucha, Guajardo y Lagarde ya estaban apaleando a los atómicos. Las dos primeras caídas se disputaron en un feroz y trepidante duelo. En la tercera, Guajardo rompió prácticamente la máscara de El Santo, por lo que este tuvo que correr al vestidor por otra, dejando solo a Gori frente a las dos fieras. Gori, con su impresionante fuerza y maña, pudo defenderse por unos instantes frente a este par de rufianes, pero pronto lograron doblegarlo. Cuando El Santo regresó del vestidor con una máscara nueva, Gori yacía tendido en el piso totalmente noqueado, por lo que él también tuvo que hacer gala de su valentía y entrega al enfrentarlos. Sin embargo, corrió con la misma suerte que su compañero.
El viernes 10 de Enero de 1964 se realizó un Torneo de Parejas en La Arena Coliseo en el que contendieron los rudos: Karloff Lagarde y Rizado Ruiz; Ray Mendoza y el Nazi; René Guajardo y Black Gordman y Sugi Sito y Manuel Robles, contra los técnicos: Rayo de Jalisco y Javier Escobedo; Rubén Juárez y Humberto Garza; Antonio Montoro y Halcón Dorado, y Pantera Blanca y el español Bruno Dardot. El temible Ray Mendoza y el Nazi se llevaron el torneo al vencer al dueto integrado por Rayo de Jalisco y Javier Escobedo. Ray Mendoza y el Rayo de Jalisco traían un pique casado. Hacía varias semanas que estos luchadores se enfrentaban y en cada uno de estos encuentros se daban con todo. En esta ocasión, Ray hizo trizas la máscara del Rayo, pero ello tras haber terminado el encuentro. Lo que parecía una intensa y pareja lucha terminó inclinándose hacia el bando técnico, fue entonces cuando El Nazi sacó del ring a Javier Escobedo y junto con su compañero golpearon al Rayo de Jalisco, para luego vencerlo con facilidad. Los técnicos quedaron inconformes con el resultado, Rayo de Jalisco solicitó enérgicamente una revancha, pero en mano a mano, contra Ray Mendoza. La empresa concedió esta lucha, quedando pactada para el viernes 17 de Enero de 1964.
Los ánimos estaban encendidos, por fin, se veían las caras Ray Mendoza y el Rayo de Jalisco sin que les estorbara nadie; el encapuchado del bajío buscaba a toda costa desquitarse de Ray Mendoza y lograr su venganza. La Arena Coliseo registró un lleno total, fuera y dentro del recinto. Los aficionados hicieron cualquier cosa por conseguir un boleto, pero todo estaba agotado (de haber sido este encuentro en La Arena México, también la hubieran abarrotado). La lucha estuvo llena de emociones, ambos luchadores se dieron con todo. Antes de que el Chalano Aguilar anunciara a los contendientes, Ray Mendoza, aún luciendo su sarape, se abalanzó a golpes contra el Rayo, quien fue a dar al piso junto al ring; apenas se escuchaba el sonido del silbatazo inicial. En ningún momento hubo tregua durante esta legendaria batalla; de inmediato, el Rayo le aplicó una serie de látigos y un castigo a las piernas a Ray, dejándolo sin poder respirar. El jalisciense lo soltó, pero sólo para aplicarle castigos más dolorosos, con golpes que hacían creer las heridas en la frente de Mendoza. A esto le siguieron látigos en la lona y después en el esquinero. Los aficionados estaban llenos de júbilo al ver la venganza del Rayo. Mendoza no pudo más y terminó por rendirse, el réferi Eddie Palau decretó que la caída era para el Rayo. No hubo el tradicional descanso entre ambas caídas, Rayo no dejó de golpear a Mendoza. Era tal la energía y deseo de venganza del Rayo que entre más pasaba el tiempo, más enjundioso se le notaba. A Ray las fuerzas y la resistencia se le habían agotado, y cuando Palau se percató de ello declaró la victoria en dos al hilo de Rayo. El público festejó con un ruidoso grito y muchos aplausos. El Rayo fue llevado en hombros al vestidor y Ray, en calidad de bulto, a la enfermería.
Diez años después de su primera aparición, Lou Thesz regresa a México el viernes 5 de Marzo de 1965 haciendo pareja con Black Shadow para enfrentar a Benny Galán y a René Guajardo en La Arena México. La lucha fue para la pareja de Thesz y Shadow en dos al hilo. La segunda caída se la llevaron por descalificación ya que los rudos Benny Galán y el Copetes Guajardo tuvieron que aplicar la táctica de montoneros para poder hacer frente al enorme luchador norteamericano. A pesar de su gran tamaño y peso, el Campeón Mundial de Peso Completo era un luchador rápido y hábil. Hizo polco a sus rivales. A Galán y Guajardo, los tomó como muñecos con sus enormes manos y tremenda corpulencia, esquivó golpes con facilidad y les aplicó fuertes castigos. En la segunda caída, Shadow tuvo que “pagar los platos rotos” pues recibió una tremenda tanda de golpes y patadas hasta terminar fuera del ring prácticamente noqueado, ya que los rudos, al saberse en desventaja ante Thesz, descargaron su furia contra Shadow. Galán y Guajardo armaron una estrategia para enfrentar al tremendo luchador extranjero: ambos lo atacaron al mismo tiempo y lo cargaron para atorar sus pantorrillas en el esquinero de la tercera cuerda. Allí, casi inmovilizado, comenzaron a atacarlo con golpes y patadas por todos lados, pero uno de estos golpes fue directo a las partes nobles de Thesz. El norteamericano se retorcía de dolor y se tiró fuera del ring, en ese momento, uno de los réferis bajó para decretar la descalificación de los rudos.
Una semana después, en La Arena México, se dio la despedida del coloso, pero ahora haciendo pareja con Blue Demon y enfrentando a El Espanto I y II. El tonelaje de Los Hermanos Espanto les permitió oponer mayor resistencia a Thesz, ya que este no lució tan impactante como la lucha del 5 de Marzo ante la pareja de Galán y Guajardo. “Los gladiadores le dieron una lucha endemoniada”, decía la nota del 13 de Marzo de 1965 de La Afición. El encuentro se tuvo que ir a la tercera caída, pues la segunda la ganaron los hermanos con un ataque múltiple, utilizando como propulsor las cuerdas para atacar con mayor fuerza a Thesz. La tercera caída fue para Demon y Thesz con un par de topes rematados con planchas.
El viernes 2 de Septiembre de 1966 se programó en La Arena México una función inédita: dos luchas de cabelleras. René Guajardo contra Felipe Ham Lee y Karloff Lagarde contra Jerry London. Ham Lee había sido el azote de Guajardo en sus últimos encuentros, su gran habilidad se le había impuesto al tremendo Copetes, por lo cual se pactó este encuentro. El viernes anterior, los campeones (Guajardo y Lagarde) fueron humillados en dos caídas al hilo, sus victimarios fueron Ham Lee y London. Los rudos habían sido acompañados por Henry Pilusso y el trío de los científicos fue completado con Ray Mendoza. La Arena México lucía un lleno a tope para ver la función en que Lagarde perdería la cabellera ante Jerry London. No obstante su compadre si logró hacerse de la cabellera de Felipe Ham Lee.
Para el Aniversario 33 de la EMLL se retomaron las rivalidades que quedaron pendientes de aquella función del 2 de Septiembre. El viernes 30 de septiembre de 1966 se realizó la lucha de cabelleras entre Jerry London y Copetes Guajardo. La Arena México estaba a tope para celebrar este magno evento, en el cual Jerry London derrotó al Copetes despojándolo de su cabellera. La lucha no fue nada fácil para el canadiense, quien sufrió hasta el último segundo. El público se mantuvo al filo de la butaca durante casi toda la lucha. Al final, con un candado a la cabeza, London logró vencer a Guajardo y decretar su victoria. Sin embargo, esta rivalidad no terminó cuando los magníficos rizos de Guajardo fueron cercenados, pues después de esto London se ganó el derecho a disputarle a Guajardo el campeonato mundial medio. El viernes 21 de Octubre de 1966 se registró este episodio en La Arena México. Además, El Santo y Ray Mendoza se enfrentaron a Henry Pilusso y a El Nazi. Y se presentaron los siguientes encuentros a una sola caída: Black Shadow contra Rayo de Jalisco; Dr. Wagner contra Rubén Juárez; Alberto Muñoz contra Vick Amezcua; Akio Yoshihara contra Halcón Dorado, y Rodolfo Ruiz contra Pato Soria.
René Guajardo retuvo el campeonato en una lucha breve, pero muy emotiva. Llevó como sécond al chino Chin Ho Chow (después conocido como el Chino Chow), quien posteriormente fue relevado por Black Shadow, quien, por cierto, terminó convirtiéndose en un buen amigo del Copetes. Rubén Juárez salió como sécond de London. El primero que inició con rudezas fue, paradójicamente, London, llevándose así la primera caída con la gran ovación del público. No obstante, Guajardo sacó la casta y se llevó la segunda y tercera caídas. El Santo y Ray Mendoza se impusieron a la pareja del Nazi y Henry Pilusso. Black Shadow, ahora como rudo, dio una gran lucha al enfrentarse al Rayo de Jalisco. Shadow salió con una severa herida en la frente, aunque el Rayo también recibió una buena cantidad de golpes y castigos por parte de su contrincante, que parecía un verdadero novato con insaciable hambre de triunfo. Rayo quedó con su máscara tremendamente destrozada y Shadow se alzó con la victoria.
Un torneo en modalidad ruleta rusa celebrado el viernes 7 de Octubre de 1966 en La Arena México, trajo un cambio importante respecto de las asociaciones y rivalidades que prevalecían en aquel momento. En dicho evento intervinieron 16 luchadores con la siguiente mecánica: la primera parte consistía en una batalla campal en la que participarían cuatro rudos y cuatro técnicos; el vencedor tendría derecho a escoger un compañero de entre los ocho luchadores que no intervinieron en la campal y los demás podrían escoger de acuerdo al orden en que fueron eliminados. Los participantes fueron: René Guajardo, El Espanto I, Henry Pilusso, Dr. Wagner, Vick Amezcua, Nazi, Ángel Blanco, Ray Mendoza, Rayo de Jalisco, Mil Máscaras, Black Shadow, Relámpago Cubano, Rubén Juárez, Jerry London y Antonio Montoro. La Ruleta formó una extrañísima pareja: Black Shadow y René Guajardo, quienes durante mucho tiempo habían sido grandes rivales, ahora se daban la mano y luchaban en sociedad. Los espectadores estaban impávidos pues nunca se imaginaron esta asociación. Lo más sorprendente es que se entendían a la perfección, como su tuvieran toda una vida luchando en pareja. Aquello les valió para vencer a Rayo de Jalisco y Antonio Montoro. Los otrora antagónicos Black Shadow y Guajardo rindieron y tomaron como proyectil a Montoro para lanzarlo sobre el Rayo y así llevarse la victoria. En la lucha semifinal de la Ruleta, Guajardo y Shadow vencieron a Jerry London y Halcón Negro, mientras que en la otra tremenda eliminatoria el Rayo y Montoro vencieron a Ángel Blanco y Dr. Wagner. Con este torneo, Shadow firmó su retorno al bando rudo y tuvo una temporada apabullante.
El 11 de Noviembre de 1966 el programa en La Arena México fue: Black Shadow, Henry Pilusso y Karloff Lagarde contra El Santo, Ray Mendoza y Mil Máscaras. Asimismo, se programó un enfrentamiento estelar entre Dorrel Dixon y Dr. Wagner así como cinco luchas a una caída: Ham Lee contra El Espanto; Rubén Juárez contra Vick Amezcua; El Vikingo contra Rafael Salamanca; Alberto Muñoz contra El Enfermero, y El Muerto contra Rolando Costa. Los rudísimos Shadow, Pilusso y Lagarde fueron arrolladores al vencer a El Santo, Mendoza y Mil Máscaras. Primero subieron los rudos y no dejaban subir a los técnicos, quienes pudieron colarse de uno en uno y así comenzaron las acciones de un encuentro trepidante y lleno de garra. En la primera caída, Ray Mendoza sacó volando a Pilusso hasta las primeras filas y el italiano se golpeó severamente el hombro, cosa que lo mermó para el resto de la lucha; la lucha para los científicos. En la segunda, Pilusso se repuso con la protección de sus compañeros, Shadow se despachó a Mil Máscaras con un golpazo en la quijada que desató un grito de asombro al público que hizo una gran entrada en La Arena México y le puso las espaldas planas a Mil Máscaras que ni se movió. Los dos que quedaban fueron presa fácil para Pilusso y Lagarde. En la tercera, los científicos diseñaron bien su estrategia, pues comenzaron a atacar el brazo lastimado de Pilusso, cada uno le aplicó palancas al brazo y con golpes de todo tipo lograron sacarlo rápidamente de la jugada. Pilusso resistió estoicamente mientras sus compañeros hacían lo imposible por impedir que fuera vencido. En eso, los rudos emprendieron un ataque feroz lanzándose sobre los tres técnicos con mucha enjundia, pero los técnicos aguantaron los embates y lanzaron sus propios contraataques. Durante algunos minutos parecía una pelea callejera, se dieron con los puños a placer hasta que echaron a Mil Máscaras y a Mendoza. Shadow pidió mano para su enfrentamiento con El Santo, tal vez recordando todas las que el enmascarado le debía. El rudo se le fue con una tremenda tanda de golpes y, de pronto, revivió con mucha intensidad aquella rivalidad con casi 15 años de historia. Después de un dominio apabullante, una rana le bastó a Shadow para finiquitar la lucha. En la semifinal, Dr. Wagner rindió a Dorrel Dixon con un tirabuzón en la tercera caída. Para el viernes 18 de Noviembre se pactó la revancha en superlibre entre los mismos luchadores, la lucha llena de emoción y salvajismo le dio otra vez la victoria a los marrulleros.
El 1 de Diciembre de 1967 comenzó la eliminatoria para obtener el campeonato nacional medio, el cual estaba vacante en ese momento. El retador debería enfrentarse a René Copetes Guajardo, quien, a la vez, poseía el título Mundial Medio.
El viernes 15 de Diciembre de 1967, en La Arena México, se dio la final por el Campeonato Nacional Medio, que sacaría al retador del cetro mundial, entre Apolo Curiel y Karloff Lagarde. La experiencia y el colmillo de Lagarde le dieron la victoria en una lucha que dominó en todo momento. Había momentos en que Lagarde estaba muy disminuido y cansado, pero, dando muestra de su experiencia, salía del ring para tomar respiros. El réferi, molesto, le contaba los 20 segundos reglamentarios mientras aquel esperaba que pasara la mayor cantidad de segundos o que Curiel fuera tras él para reingresar al ring; pero, de inmediato, se bajaba nuevamente. En la tercera caída, Curiel dominaba, aunque sin suficiente fuerza y astucia como para ganarle a aquel viejo lobo de mar que era Lagarde. Este último esperaba, como un experimentado cazador, el mejor momento para atacar y dar la voltereta. Así pues tras varios látigos por parte de Lagarde, Curiel no resistió más y se decretó el triunfo del mañoso Lagarde, quien se convirtió en Campeón Nacional y adquirió el derecho de enfrentar a Guajardo por el título mundial medio. Con ese resultado se daba la peor combinación posible, pues los inseparables compadres se veían las caras para disputar ese preciado trofeo. El 22 de diciembre de 1967 llegó el esperado momento en La Arena México. La expectación era enorme, Lagarde trataría de despojar del campeonato mundial medio a Guajardo. La batalla dejó mucho que desear, pues, como era de esperarse, los luchadores se respetaron mucho. Durante las dos primeras caídas el público se desesperó pues ambos luchadores dieron una lucha casi tan fría como la misma noche de aquel recién entrado invierno del 67. La tercera caída estuvo más emocionante, Lagarde emprendió varios ataques contra Guajardo con el deseo de quedarse con el título mundial. En la caída previa, Lagarde había atacado el brazo de Guajardo con tal fuerza que casi lo hizo llorar del dolor, dado que recientemente se había recuperado de una fractura. Así pues, el Copetes salió a la tercera caída seriamente molesto por los castigos recibidos y, usando una sola mano, logró vencer a Lagarde con una cerrajera, reteniendo así su cetro mundial.
El viernes 26 de Abril de 1968, el público presenció una función memorable. Se celebraba el 12 Aniversario de haberse inaugurado La Arena México con un encuentro de máscara contra máscara entre El Enfermero y Huracán Ramírez. En el encuentro semifinal, Benny Galán le disputó el campeonato mundial semicompleto de la NWA al monarca Ray Mendoza. Huracán terminó siendo el protagonista en la proeza de vencer y arrebatarle la máscara al temible Enfermero y salir avante de sus fieros ataques. Aquella fue una proeza escrita con letras de oro en los anales de la lucha libre, ya que Huracán Ramírez fue de los pocos luchadores que no sólo resistió la terrible cruceta de El Enfermero, sino que pudo romperla. En la tercera caída, dominada casi en su totalidad por el enmascarado blanco, el Huracán ya se notaba mermado y fue prendido por aquella terrible llave de El Enfermero que atacaba las extremidades inferiores. Pero con un valor y resistencias admirables el Huracán logró agarrarse de una cuerda y de inmediato jaló con todas sus fuerzas hasta que pudo lanzarse fuera del ring junto con su rival. Ambos cayeron de bruces aún trenzados en esa dolorosa llave y de esa manera logró romper la famosa cruceta. El Huracán quedó tremendamente dolido de las piernas, aunque El Enfermero estaba todavía más lastimado por el tremendo látigo que se dio en el piso al momento de caer. Los dos se incorporaron lentamente, primero subió el Huracán al ring y le siguió El Enfermero, quien, inmediatamente, al ponerse de pie sobre el cuadrilátero, recibió unas letales patadas voladoras que lo regresaron fuera del ring casi noqueado. Su sécond, El Espanto II, ayudó a El Enfermero a subir de nueva cuenta al ring antes de que el réferi contara los 20 segundos, pero aquello no sirvió más que para sellar su sentencia, pues de inmediato el Huracán lo prendió de las piernas para aplicarle un cangrejo con todas sus fuerzas. Las venas de su cuello se saltaron, se podían ver a través de la máscara azul con blanco, por el tremendo esfuerzo del Huracán; sus dientes y ojos constreñidos esperaban el veredicto del tercer hombre sobre el ring. Finalmente, el réferi confirmó que El Enfermero había sido vencido, el público soltó un estruendoso alarido. El Enfermero tenía que quitarse la máscara. En el centro del ring llegó el fin de un misterio más, Tony Camargo (originario de Guadalajara, Jalisco) era el verdadero nombre de este tremendo luchador. El Huracán se llevó esa noche cada uno de los trofeos más importantes de su carrera.
En la lucha semifinal, se disputó el campeonato en el que Ray Mendoza retuvo el cetro mundial semicompleto ante el tremendo Benny Galán, quien, por cierto, vendió muy cara su derrota. Galán no se anduvo con las ramas y de inmediato se fue a atacar a Ray Mendoza. Apenas iniciada la primera caída, Galán le propinó un enorme golpazo que mandó a su contrincante de nuca a las cuerdas y, de inmediato, se le abalanzó para propinarle una severa tanda de golpes. Después, lo lanzó fuera del ring con una yegua voladora; se le fue encima con una rabia tremenda, no lo dejaba ni respirar. Mientras Mendoza pedía clemencia, Galán respondía con más golpes y llaves, por lo que el réferi decretó en ese momento la caída para Galán. En la segunda caída, prevalecieron las mismas condiciones, Galán dominaba por completo, se pensaba campeón absoluto. Pero se confió demasiado y subestimó a Mendoza, que logró reaccionar de manera fabulosa y, aprovechando un descuido, le aplicó varios látigos y una rana a Galán. Este logró romperla, pero sólo para que comenzara el dominio del luchador nacional. El público se llenó de emoción pues ya veía el cinturón en manos del engreído y odiado extranjero, y con un tirabuzón Mendoza logró finiquitar la caída. La tercera caída estuvo pareja, el dominio ya no se inclinó para ninguno de los bandos, cualquiera podía ganar. El público se comía las uñas, no quería que el rubio lograra destronar al nacional y fue entonces cuando una cerrajera le dio el triunfo al nacional permitiéndole retener el título mundial de Peso Semicompleto.
Fuente:
CMLL – 85 Años. Lucha Libre, Ed. AM Editores, p. 116 – 127.
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