Virgen Santísima de Guadalupe, Madre y Reina de nuestra Patria.
Aquí nos tienes humildemente postrados ante tu prodigiosa imagen.
En ti ponemos toda nuestra esperanza. Tú eres nuestra vida y consuelo. Estando bajo tu sombra protectora, y en tu maternal regazo, nada temeremos.
Ayúdanos en nuestra peregrinación terrena e intercede por nosotros ante tu Divino Hijo en el momento de la muerte, para que alcancemos la eterna salvación del alma.
Amén.
Fuente:
Mi compendio de Oraciones y el Santo Rosario, p. 2.
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