Lanzar un producto nuevo no es cosa de todos los días, debido a la amplia competencia que existe, si no atraes el interés de tu target (público), medios de comunicación y empresas, el lanzamiento de tu producto podría convertirse en el entierro del mismo.
Antes de lanzar un nuevo producto, debes resolver asuntos internos dentro de tu negocio, ya que la falta de cooperación y colaboración entre los departamentos es la mayor barrera para mejorar la velocidad de comercialización.
Si los clientes en potencia encuentran más revolucionario el producto o servicio que ofreces en otro lado y que cubra y se ajuste a sus necesidades, automáticamente estarás desechado.
De ahí la importancia de siempre estar actualizado y ofrecer una pronta respuesta a tus clientes en relación con el producto o servicio que estés a punto de lanzar.
Pero ¿Cómo lograr esto? Muy fácil, simplemente estableciendo prioridades para la búsqueda de grandes ideas, optimizando el ciclo de investigación y desarrollo, a través de un intercambio de ideas entre los departamentos de ingeniería, marketing, operaciones y finanzas, recuerda que el objetivo es innovar para crear y conseguir un mercado.
Antes que nada, es recomendable tener una “lluvia de ideas” (Brain Storming), una técnica recomendada en el ámbito para generar ideas de calidad.
Recordemos que el producto se refiere al bien, servicio, idea, persona, lugar, organización que se ofrezca en un mercado para satisfacer una necesidad.
Una vez conceptualizada la idea (producto) se debe dar paso a que el producto sea fácilmente reconocido y percibido en forma favorables por los consumidores, debe tener atributos únicos en el mercado. Esto hará que otros consumidores se enganchen y quieran comprar el producto antes de consumirlo.
Con lo anterior bien establecido, se debe segmentar el mercado, dividirlo en grupos más pequeños con características similares para aplicar estrategias de mercadeo directo que pueden ayudar a captar clientes potenciales de una manera más fácil y rápida.
Después designamos un precio a nuestro producto donde será el valor de intercambio del mismo determinado por la utilidad o la satisfacción derivada de la compra y el uso o consumo del producto. Aquí se deberá hacer un cálculo de costos, el presupuesto deberá estar basado en datos reales y tener en cuenta los recursos económicos con los que se pueden contar, aquí se debe prever y analizar la rentabilidad del producto: ventas potenciales, retorno de inversión inicial, mecanismo de financiamiento, ganancias netas y gastos necesarios.
Antes de comercializar tu producto, deberás realizar pruebas de mercado con varios modelos del producto en un contexto real. Luego de estas pruebas se deben corregir los errores que éstos puedan arrojar para darle más calidad a tu producto.
Una vez realizada esta acción, tu producto estará listo para llegar a los estantes donde será acogido por el público potencial. Ya teniendo el producto en mano, se recomienda llevarlo a ferias y exposiciones ya.
Fuentes:
Vive la Administración II, Progreso Editorial
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