Es una técnica que tiene como finalidad redefinir los procesos de una empresa de forma esencial, de tal suerte que se pueden realizar cambios y optimizaciones extraordinarias en aspectos críticos como producción, costos, calidad, servicio, vetas, etc.
Esta técnica permite que:
· Desaparezca el trabajo horizontal en serie, es decir, que diversas actividades que antes eran diferentes, se integren en una sola.
· Se reduzcan los procesos verticales, como la toma de decisiones, ya que los verticales, como la toma de decisiones, ya que los colaboradores no deben consultar o tener la aprobación del jefes, sino resolver sus propios problemas, o sea, en vez de excluir la toma de decisiones en el trabajo cotidiano, debe formar parte de él.
· Los procesos que se rediseñan no tengan una continuidad lineal, y que más bien se realicen de forma natural y no impuesta.
· Se acabe con la estandarización, ya que los procesos se adaptan a las necesidades de cada cliente, permitiendo así la atención y el servicio personalizados.
· No se hagan cambios en la estructura, organización, colaboradores, áreas ni tareas.
Fuente: Vive la Administración II, Progreso Editorial.
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