En condiciones ideales, el funcionamiento macroeconómico permite el óptimo aprovechamiento de los factores productivos, entre ellos, el trabajo. Sin embargo, la economía no se encuentra de manera permanente en su nivel óptimo, y eso significa que en ocasiones no todas las personas dispuestas y con capacidad de ofrecer su mano de obra cuentan con trabajo remunerado. El desempleo consiste, precisamente, en la existencia de un segmento de la población de un país o una región que, aunque está calificada para trabajar, no cuenta con un empleo. Este es uno de los mayores retos y problemáticas que enfrenta cualquier economía.
En toda sociedad existen dos grupos distintivos desde el punto de vista laboral: la Población Económicamente Activa (PEA) y la Población No Económicamente Activa (PNEA). El primer grupo lo conforman todos los individuos mayores de 14 años y menos de 65 años, en condiciones favorables de salud mental y física que les permitan trabajar; mientras que en el segundo están todas las personas menores de 14 años y mayores de 65 años.
Dentro de la PEA también es posible hacer una segunda distinción, entre personas disponibles y no disponibles. Una vez identificadas estas categorías, se puede definir al desempleo como el fenómeno económico que afecta al segmento de la PEA disponible que, a pesar de buscar una fuente de trabajo, no la encuentra.
Fuente: Vive la Economía 2 (Progreso Editorial).
Comentarios
Publicar un comentario
Si deseas comentar dentro de la línea del respeto, eres bienvenido para expresarte