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Las funciones de producción




El principal dilema económico es la escasez, así como la búsqueda de mejores alternativas para aprovechar y conjugar los factores productivos, con la finalidad de obtener el mayor número de satisfactores posibles, teniendo como elementos para guiar nuestra conducta las preguntas ¿Qué producir?, ¿Cómo producir? y ¿Para quién producir? Una vez resueltas estas interrogantes. Para obtener una determinada cantidad del bien seleccionado, se debe identificar la conjugación adecuada de factores productivos. El volumen de producción dependerá de la cantidad de recursos naturales, trabajo y capital aplicados. A esto se denomina función de producción, la cual determina la relación entre la combinación de factores de la producción y la cantidad de producto fabricado. Todo proceso productivo transforma los recursos naturales, mediante el uso del trabajo (t), el capital (K) y la tecnología (T), para producir una cantidad de satisfactores o producto total (PT). En tal sentido, la función de producción queda definida de la siguiente manera:

PT= f (t,T,K)

Mediante esta función es posible identificar las variaciones en el volumen de producción total de un determinado producto, según las variaciones en los factores productivos. A su vez, permite identificar los incrementos de producto originados por cada aumento de los factores aplicados y, considerando que tanto la tecnología como el capital (maquinaria y equipo) disponibles no varía en el largo plazo, pueden determinarse las variaciones que cada aumento en el factor trabajo (por ejemplo, número de trabajadores) provoca sobre la producción total de un satisfactor. Es decir, se considera que tanto la tecnología como el capital son factores constantes, mientras que el trabajo es el único factor variable.

La función de producción permite determinar la variación en la producción, de acuerdo con la cantidad de trabajo aplicada, con la finalidad de establecer la aplicación requerida de factores productivos para satisfacer un determinado nivel de necesidades, expresadas como producto total. Por medio de dicha función, es posible identificar el incremento en la producción originado por cada unidad de factores de producción adicionada. Tomando en consideración que en la función de producción sólo varía la cantidad de trabajo empleado, podemos determinar que el capital y la tecnología permanecen fijos.

No. Trabajadores
Producción Total (PT)
Producción Media (PMe)
Producción Marginal (PMg)
1
10
10
10
2
25
12.5
15
3
45
15
20
4
60
15
15
5
70
14
10
6
75
12.5
5
7
78
11.14
3
8
80
10
2
9
75
8.3
-5
10
70
7
-5


Los resultados de aplicar la función de producción a una cantidad decreciente de factores (en este caso, el trabajo) dan lugar a una curva de producción que refleja la variación de dicha producción, dadas combinaciones variables de los factores productivos. Dicha curva puede ser representada mediante una gráfica de líneas, en cuyo eje de las abscisas se expresan valores del factor de producción variable, y en el de las ordenadas, la cantidad de producto obtenido.

En el corto plazo, aumentos sucesivos en el factor variable propiciarán incrementos en el producto total, pero en determinado momento, si no hay aumentos en los factores (capital y tecnología) no será posible aumentar la producción e incluso disminuirá.

A esta circunstancia se le denomina Ley de los Rendimientos Decrecientes, la cual establece que, a partir de un punto determinado, el volumen de producción adicional (o marginal) obtenido por el aumento sucesivo de un solo factor productivo (generalmente, el trabajo) será cada vez menor, a menos que se realicen posteriores aumentos en la cantidad del resto de los factores (capital y tecnología), que permanecieron fijos.

El comportamiento de la producción, tanto total como marginal, está directamente condicionado por la capacidad de modificar la cantidad empleada de todos los factores de la producción y, como sabemos, mientras el volumen de algunos puede variar permanentemente, en el caso de otros es necesario que transcurran periodos más largos para lograr incrementarlos. En ello estriba, en términos económicos, la distinción entre el corto y el largo plazo: el primero corresponde al periodo en el que sólo un conjunto de factores productivos puede variar (recursos naturales o mano de obra), lo cual posibilita la capacidad de aumentar la producción hasta cierto límite. En el segundo caso, es factible considerar como variables a todos los factores productivos, lo cual permite sucesivos aumentos en la producción, tanto marginal como total. Es decir, la diferencia entre el corto y el largo plazo radica en la capacidad para modificar la cantidad de los factores productivos, tanto fijos como variables, y su impacto sobre la producción total.

Fuente: Vive la Economía 2 (Progreso Editorial).

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