Los primeros tarascos se establecieron en los alrededores del Lago de Pátzcuaro, en donde fundaron la ciudad de Tzintzuntzan, o “Lugar de Colibríes”. Los tarascos se distinguían por su vestimenta, ya que en vez de taparrabos usaban unas camisas largas y sin mangas que les llegaban a las rodillas; además gustaban de raparse la cabeza y depilarse el cuerpo. Fueron guerreros notables. Sus armas eran hondas, arcos y flechas, y porros de madera. Sus cuchillos eran de cobre y las puntas de sus flechas eran de obsidiana. Los soldados vestían con ropas tejidas con pita de maguey, mientras que los de la nobleza eran de algodón, y adornados de acuerdo a su importancia.
La sociedad estaba dividida en clases: existían los sacerdotes, entre los que se encontraba el rey y los principales del reino, los guerreros, el pueblo y los esclavos traídos de las conquistas.
Los tarascos vivían en una región boscosa y por ello la madera desempeñaba entre ellos un papel mucho más importante que las piedras y los adobes. Es por esta razón que no sobresalieron en la arquitectura y en consecuencia hoy en día Michoacán no tiene la riqueza de edificios y esculturas prehispánicas que caracteriza a otras regiones de México. Vivían en jacales, es decir, en casa de madera y techos de paja.
La religión tenía por dioses principales a Curicaveri, el dios del fuego, que representaba al joven sol, y a Cueravaperi, que actuaba al mismo tiempo como diosa de la tierra, de la vegetación y del parto. Otras diosas importantes eran la Luna Xaratongo, y la estrella matutina, Urendecua Vecara. El culto del fuego constituyó el centro de la religión tarasca: recoger leña y mantener hogueras encendidas eran deberes del rey y del sumo sacerdote, así como de los sacerdotes subordinados a éste.
El imperio tarasco, que durante algún tiempo podía rivalizar con el imperio azteca, decayó bajo el reinado de Tangaxoan. A la llegada de los españoles Cuauhtémoc solicitó la ayuda de las tribus establecidas alrededor del Lago de Pátzcuaro; éstas se la negaron debido a la vieja enemistad que tenían con los aztecas. Poco después el rey tarasco moriría a manos de los españoles.
Yacata de Tzintzuntzan.
Los templos – pirámide, llamadas yácatas, estaban formados por capas sueltas de piedras, recubiertas después con lápidas labradas y unidas con arcilla. Las yácatas se colocaban en hileras sobre una gran plataforma y constaban de un cuerpo rectangular y uno redondo. El Templo de Tzintzuntzan se componía de una plataforma de 425 m. de largo por 200 m. de ancho y a ella se subía por una especie de rampa de 100 m. de ancho; arriba se yerguen cinco yácatas exactamente iguales que miran hacia Occidente.
Pescadores tarascos en Pátzcuaro.
Los tarascos o purépechas se establecieron en las orillas del lago de Pátzcuaro, del cual obtenían agua y abundante pesca. Fundaron en las cercanías de este lago las ciudades de Tzintzuntzan y Pátzcuaro, entre otras. Los aztecas llamaron a los tarascos “michuaque” que significa “gente que tiene pescado” y a su territorio Michuacán o “lugar de pescadores”.
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