En México, el Estado ha creado instituciones públicas con la finalidad de proteger al consumidor. Este es el caso de la Procuraduría Federal del Consumidor, cuya misión es la de promover y proteger los derechos del consumidor, fomentar el consumo inteligente y procurar la equidad y la seguridad jurídica en las relaciones entre los proveedores y los consumidores.
PROFECO defiende a los consumidores de los abusos en los precios, sobre todo en los de la canasta básica, integrada por tortillas, huevo, pan, azúcar, leche, entre otros.
También se encarga de atender quejas de los clientes en caso de que los servicios proporcionados por ciertas empresas no sean satisfactorios. Entre las estrategias que utiliza se encuentran las siguientes:
- Prevenir y corregir prácticas abusivas en las relaciones de consumo.
- Fortalecer el poder los consumidores a través de información.
- Desarrollar proveedores conscientes e informados para que ejerzan sus derechos y cumplan con sus obligaciones con los consumidores.
- Incidir en la política regulatoria y mantener actualizado el marco legal que tenga impacto en las relaciones de consumo.
- Propiciar y vigilar el cumplimiento de la normatividad por los proveedores.
- Procurar la solución de las diferencias entre consumidores y proveedores.
- Contribuir a la reducción de riesgos de corrupción.
- Fomentar la transparencia o eficiencia de las políticas de transparencia.
Otra institución que se encarga de proteger a los consumidores (en este caso de los servicios financieros) es la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF).
Esta institución es parte importante del sistema financiero mexicano y su propósito principal consiste en proteger los derechos de los usuarios bancarios ante los abusos o irregularidades que puedan cometer las instituciones bancarias.
Fuente: Vive la Economía 1 (Progreso Editorial).
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