Las diferentes especies de animales mamíferos se reproducen de manera semejante. Todos ellos son vivíparos.
A partir del apareamiento o unión sexual de una hembra y un macho de cada especie se podrá originar un nuevo ser, que heredará las características de sus padres y cuya formación o gestación durará algún tiempo.
Las hembras de los mamíferos están capacitadas para liberar óvulos. Cada óvulo puede ser fecundado por uno de los miles de espermatozoides de los mamíferos machos, como resultado de la unión sexual. El óvulo fecundado crece dentro del óvulo o seno materno y recibe en él sustancias alimenticias de la sangre de la madre, hasta que alcanza distintas etapas de desarrollo y se forma un nuevo ser, que sale o nace del útero durante el parto.
Lo más característico de los mamíferos como animales vivíparos es el notorio cambio que sufren las hembras después de que un óvulo es fecundado y se inicia el periodo de gestación o embarazo.
En esta etapa, el útero aumenta de tamaño en proporción al crecimiento del óvulo fecundado o cigoto. Cuando éste empieza a dividirse toma el nombre de embrión. Una vez que el embrión adquiere semejanza con sus padres, se le conoce con el nombre de feto hasta antes del nacimiento. Después del parto se le da el nombre de cría o bebé.
Solo las crías de los canguros, a pesar de ser mamíferos, se desarrollan en su etapa fetal fuera del útero materno. Al salir de éste, las crías son muy pequeñas y carecen de pelaje, pero tienen la fuerza suficiente para arrastrarse hasta la marsupia o bolsa en el abdomen de la madre, donde viven hasta que alcanzan la formación completa y pueden salir al medio. Por lo anterior, a esta clase de animales se les da el nombre de marsupiales.
La mayoría de las hembras de los mamíferos tienen un fuerte instinto maternal para alimentar y cuidar del recién nacido hasta que éste pueda valerse por sí mismo. Para lo primero poseen glándulas mamarias, que alcanzan gran desarrollo y producen un líquido llamado calostro. La utilidad de este líquido es que prepara a las crías para recibir la leche. Este alimento contiene proteínas, grasas e hidratos de carbono, así como algunas vitaminas que permiten a las nuevas crías vivir en su primera etapa.
Generalmente, las crías succionan o maman la leche de las glándulas mamarias, de ahí la relación con el nombre de mamíferos que se le da a estos animales.
Las hembras de los mamíferos producen relativamente pocos óvulos, por lo que no podrán tener muchos descendientes.
Los seres humanos pertenecen al grupo de los mamíferos, por tanto, son vivíparos, es decir, de la unión sexual de un hombre y una mujer se puede originar un nuevo ser.
Fuente: Supertareas 4 (Ed. Fernández Editores).
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