Para poder hacer su trabajo, el gobierno recibe dinero de los IMPUESTOS que paga la sociedad, y por eso tiene un presupuesto limitado. Ese dinero debe utilizarse para satisfacer múltiples necesidades sociales, por ejemplo, educación, salud, seguridad, el cuidado del medio ambiente, y muchas más.
Al conjunto de decisiones que toma el gobierno y que tienen que ver con cómo recaudar impuestos y cómo gastarlos, se le llama POLÍTICA FISCAL.
Para empezar, el gobierno tiene que decidir cómo recaudar impuestos. Puede hacerlo cobrando cuando se adquiere un bien o servicio, este es el caso del impuesto sobre el valor adquirido, IVA. También puede cobrar de acuerdo con el ingreso de cada quien, como el impuesto sobre la renta, ISR. Las formas y las cantidades pueden ser muy variadas.
No sólo cobrar es un reto, también gastar puede tener sus complicaciones. El presupuesto debe distribuirse entre muchas necesidades: educación, salud, seguridad, cuidado del medioambiente, combate a la pobreza, conservación de la estabilidad económica, administración de las fuerzas armadas, construcción de infraestructura, entre muchas otras.
Cuando el presupuesto no alcanza para cubrir todas las necesidades, el gobierno puede recurrir a endeudarse. Cuando el gasto es mayor que el dinero que entra y se recurre a la deuda, se dice que el gobierno está en DÉFICIT PRESUPUESTARIO. Cuando son iguales hay EQUILIBRO PRESUPUESTAL. Si los ingresos exceden a los gastos hay un SUPERÁVIT.
La experiencia ha mostrado que es importante cubrir las necesidades de la sociedad, pero hay que mantener el déficit en niveles muy bajos, ya que los grandes déficits producen inestabilidad e incluso crisis económicas.
Fuente: MIDE-Museo Interactivo de Economía.
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