No hay luz, si no hay sombras. No se siente calor, si no se ha experimentado el frío. No se aprecia la salud, si no se ha sentido la enfermedad. No se reconoce la riqueza, si no hubiera pobreza. No se disfrutaría la paz, si no se reconocieran los estragos de la guerra. No se deleitaría uno con la paz del silencio, si el bullicio y el ruido no nos hubieran molestado. El descanso sería tedioso, si no hubiéramos sentido cansancio. No se distinguiría el orden, si no hubiera habido desorden. No llegaríamos a la vida, si no pasarámos por la muerte. No debemos desesperar, cuando algo negativo o doloroso nos ocurra, puedes estar seguro que no tarda en llegar el consuelo, la luz y el bienestar. Es conocido el dicho que asevera "La hora más oscura es siempre antes del amanecer".
Fuente: "Palabras de oro. Alimento del alma", Ed. Aguilar.
Comentarios
Publicar un comentario
Si deseas comentar dentro de la línea del respeto, eres bienvenido para expresarte