Paulownia es un árbol nativo de China que mide de 10 a 25 metros de altura, que tiene enormes hojas de 20 a 40 cm de ancho, en pares opuestos en las ramas. Las flores aparecen a principios de la primavera, en panículas de 3 cm de longitud, con una corola tubular púrpura. El fruto es una cápsula seca con miles de diminutas sencillas.
Muy popular en su nativa China para reforestaciones, cortinas en caminos, y como ornamental. Crece en multiplicidad de suelos, notablemente en los pobres, pero necesita mucha luz y no le gusta una capa freática alta, cuenta con raíces resistente y de tipo pivotante.
La madera de paulownia es pálida, muy liviana, de grano fino, suave, resistente. Es muy importante en China, Corea y Japón para elaborar instrumentos musicales como el guqin, guzheng, pipa, koto, gayageum y guitarras eléctricas de bajo costo. Además, es utilizada para hacer carbón pirotécnico y sus hojas se ocupan en preparaciones vermicidas.
Es un árbol que crece extremadamente rápido, algunas especies de paulownia pueden ser taladas a los cinco años en condiciones ideales. Una situación singular de este ejemplar es que luego de ser cortado, rebrota desde las raíces existentes, por lo que también se le conoce como el “árbol fénix”.
La paulownia tiene habilidades para recuperar áreas ecológicamente estresadas, erosionadas y de baja fertilidad. Su sistema particular penetra profunda y rápidamente en suelos compactados y contaminados. Es un fitorremediador que incrementa el contenido orgánico de suelos degradados; procesa y filtra contaminantes en el ascenso de soluciones a su sistema vascular, y emitiendo oxígeno a la atmósfera.
Dadas sus virtudes de ser un árbol que no requiere muchos cuidados, que aguanta condiciones adversas y que puede ser vendida a bajos costos, la paulownia es un recurso forestal sustentable en el que vale la pena invertir.
Fuente:Valor Universitario.
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