De acuerdo con Jorge Valdano, destacado exfutbolista argentino y exdirectivo del Real Madrid, un líder es como un seductor, alguien que consigue persuadirnos, conjugando capacidades y voluntades en busca de un fin que nos proporcione sentido y satisfacción. El seductor consigue el equilibrio haciendo de la diversidad de talentos algo complementario y útil.
Seducir es convencer y, para eso, además de la fascinación, se necesita ser creíble. Y la credibilidad, ni la regalan con el cargo ni se consigue con los gritos; ni tan siquiera la proporciona el afecto. La credibilidad la impone el conocimiento. Cada quien seduce como sabe, como puede o como quiere, lo importante es que nuestro proyecto esté siempre en permanente estado de alerta. Vivo.
“Yo entiendo el liderazgo como el arte de gestionar voluntades. El liderazgo es en gran medida la necesidad de desestabilizar la rutina. El líder debe entonces, por definición, liberar a sus seguidores del aburrimiento, y en consecuencia, de la desmotivación que genera la falta de retos y entusiasmo en su quehacer diario. Si algo buscamos en un líder es esa capacidad de agitar situaciones, ideas o visiones, hasta el punto de producir un sentimiento de urgencia para conseguirlas”.
Pero, ¿Será posible encontrar alguien así? “Por supuesto, no sólo es posible sino que todas esas cualidades deben aprenderse, ya que ni son divinas, ni siempre innatas. Es decir, los líderes nacen, pero también se hacen”.
Es posible que los grandes líderes tengan cualidades genéticas inimitables, pero también es cierto que el liderazgo de equipos lo desarrollan miles de personas con experiencias e informaciones muy diversas.
Un buen seductor aprovecha positivamente las enseñanzas cotidianas, aprendiendo cada una de ellas y perfeccionando su técnica a lo largo de los años.
Fuente: Juan Mateo & Jorge Valdano-Liderazgo.
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