Tal vez usted se está divirtiendo con su empresa y ama su trabajo, pero ¿Ha sido capaz de transmitir esto a su clientela?
¿Su negocio se enfoca al cliente?
Quien logra que su negocio prospere tiene un enfoque preciso, que consiste en hacer que el cliente disfrute su producto o servicio. Esto se logra cuando ocurren dos hechos: al dueño del negocio le gusta y disfruta lo que hace, y logra contagiar ese entusiasmo a su cliente.
Suele ocurrir que los problemas cotidianos que vive un emprendedor empañan la diversión de su trabajo. Otras prioridades eclipsan este punto. Así, los clientes no perciben la pasión y entrega de la empresa hacia ellos. No hay una identificación y no se logran relaciones comerciales a largo plazo, tan necesarias en el éxito de una empresa.
Si usted desea que el cliente disfrute su producto o servicio, tiene que incluirlo en su agenda como su principal prioridad y llevar a cabo cuatro acciones básicas:
1. Use su producto o servicio.
Es bastante común que cuando el negocio comienza a crecer, los emprendedores pierdan el contacto con los clientes y con sus propios productos. Suena obvio, pero usted no puede asegurarse de la utilidad de sus productos o servicios si no los consume.
2. Que sus trabajadores también usen sus productos.
Es sumamente importante que también sus colaboradores consuman sus productos o servicios para que puedan evaluar su facilidad de uso. Asegúrese de que ellos también lo utilicen y enriquezcan con sus opiniones la funcionalidad y utilidad de su producto o servicio.
3. Pida a sus amigos y familiares que prueben el producto o servicio.
Reciba la retroalimentación de personas ajenas a su empresa. Eso le dará una perspectiva diferente y más cercana a lo que pueden apreciar sus clientes. Solicite que le digan su verdadera opinión y que no se limiten a las corteses felicitaciones. Renueve constantemente este grupo de “consumidores a prueba”.
4. Mantenga la cercanía con su cliente.
No dé por sentado que ya conoce el perfil de sus compradores. Recuerde que el mercado cambia todos los días.
Un emprendedor siempre debe plantearse las siguientes inquietudes: ¿Estoy seguro que estoy ofreciendo la mejor calidad en mis productos?, ¿Por qué el cliente escogerá este producto, entre todos los demás?, ¿Existen canales de comunicación abiertos para conocer las opiniones de mis compradores?, ¿Qué hago con las quejas que recibo? Y finalmente ¿Yo compraría este producto o contrataría este servicio?
Si usted quiere que su negocio tenga éxito, debe asegurar que al cliente le resultara útil su producto o servicio. Debe confirmar que el cliente disfruta sus compras.
Fuente: Entrepeneur.
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